El revolucionario del traje gris
EL diario La Repubblica ha dedicado tres páginas a lo que denomina Divorzio alla catalana, donde Concita De Gregorio entrevista a Artur Mas, a quien califica de “un revolucionario vestido de gris”. Seguramente, la periodista se inspiró en Gregory Peck, que protagonizó en 1956 El hombre del traje gris, que planteaba el dilema de un personaje que intenta hacer siempre lo correcto dentro de un mundo donde no siempre es lo más fácil. La redactora se sorprende de que no sea más popular fuera de España, pues asegura que vale la pena conocerlo y escucharlo. Podría pensarse que la referencia al traje gris sea una manera de resaltar esa condición de ciudadano de clase media, como tantos otros con los que uno pueda cruzarse en la calle camino de la oficina. De Gregorio lo define así también por contraste con Jordi Pujol, con quien coincidió en el Palau de la Generalitat. El expresident habló con ella en un italiano perfecto y gesticulando más que sus conciudadanos. Pujol nunca ha parecido parte del paisaje. “Gigante de la política española del siglo XX”, llama la periodista al expresident por su visibilidad.
Sin embargo, después de la conversación con Mas, le añadió al título de su artículo el calificativo de “revolucionario”, algo que nunca fue un epíteto de su predecesor nacionalista. “Dicen que usted no tiene carisma suficiente para liderar una revolución”, sugiere la redactora. Y el president le responde que ya en la escuela iba bien en todas las materias, pero no destacaba en ninguna. El revolucionario del traje gris nunca suspendió una asignatura de niño, pero ni eso garantiza que pueda superar la prueba más difícil a la que se enfrenta como político.