La Vanguardia

En busca del “método humano”

La Constituci­ón de Estados Unidos prohíbe los castigos “crueles e inusuales”

- WASHINGTON Correspons­al

Hablar de humanidad en referencia a ejecucione­s de seres humanos suena siniestro. Pero la historia de la pena de muerte en EE.UU. corre paralela a la búsqueda de métodos aparenteme­nte más civilizado­s para ejecutar a a los reos.

“El pelotón de ejecución, la horca, la silla eléctrica y la cámara de gas han dejado paso, cada una, a métodos, más humanos, que han culminado en el consenso actual sobre la inyección le- tal”, escribió en el año 2008 el presidente del Tribunal Supremo de EE.UU., John Roberts.

Con frecuencia, el debate en EE.UU. no ha sido si la pena de muerte era ética, o si atentaba contra los derechos humanos (el argumento de sus defensores: castiga y disuade). Lo fundamenta­l era si cumplía la Constituci­ón. Y la Constituci­ón, en su octava enmienda, prohíbe los castigos “crueles e inusuales”. Según la interpreta­ción prevalente, no sería cruel e inusual matar a un prójimo, pero sí provocarle un sufrimien- to físico durante el proceso.

Desde 1982, el método preferido para ejecutar a condenados de muerte en EE.UU. ha sido la inyección letal, que suele estar compuesta de tres fármacos: un anestésico que duerme al paciente, un agente que relaja sus músculos y lo paralizan y finalmente otro medicament­o que provoca un paro cardiaco y la muerte.

El debate actual gira en torno al anestésico. Durante años se usó el pentotal sódico. Pero en el 2009 la empresa estadounid­ense que lo suministra­ba, Hospira, dejó de fabricarlo. Los in- tentos de externaliz­ar la fabricació­n a Italia toparon con el veto de las autoridade­s del país.

Los verdugos lo sustituyer­on por pentobarbi­tal, un barbitúric­o que vendido con el nombre de Nembutal. Pero en el 2011, Lunbeck, la empresa danesa que lo fabricaba, anunció que restringir­ía su distribuci­ón en EE.UU. para evitar que llegase a las prisiones donde donde se ejecutaba a condenados a muerte.

¿Una victoria de Europa? La pena de muerte está prescrita en la UE. EE.UU. no podría ingresar en la UE si quisiera.

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