Confianza económica y tarifa de la luz
IMPORTANTE mensaje de optimismo del presidente del Gobierno al término del último Consejo de Ministros del 2013 celebrado ayer. Mariano Rajoy asegura que –después de cinco años de crisis– lo peor ha pasado, que el 2014 será el año de la recuperación, que las duras reformas emprendidas hasta ahora darán sus resultados, y que en diciembre próximo habrá menos parados en España y más afiliados a la Seguridad Social que en la actualidad. Este es un diagnóstico en el coinciden todos los organismos económicos y es bueno destacarlo y generar confianza, aunque no conviene caer en el excesivo triunfalismo porque el crecimiento será débil y porque la mejora de las magnitudes macroeconómicas, cómo el mismo presidente reconoce, tardará todavía en llegar en su plenitud a la vida diaria de los españoles.
De momento el Gobierno frenó ayer el llamado tarifazo en el recibo de la luz. Ha ajustado la subida hasta el 2,3% frente al 11% que había fijado la última y polémica subasta eléctrica. Pero eso será sólo para el primer trimestre del 2014, a expensas de la nueva reforma que prepara el Ministerio de Industria y que deberá establecer un sistema más equilibrado y transparente que el aplicado hasta el momento para la fijación de las nuevas tarifas eléctricas. La subida del recibo de la luz, pese al importante ajuste realizado, es todavía superior a la inflación prevista por el Gobierno para el 2014, que es del 1%, al igual que los aumentos de muchos otros servicios básicos. Este hecho contrasta con la subida de las pensiones en sólo el 0,25% y con la congelación del Salario Mínimo Interprofesional en 645,30 euros mensuales. Estas dos medidas, que también aprobó el Consejo de Ministros en su reunión de ayer, buscan el doble objetivo de reducir el gasto público, la primera, y mejorar la competitividad vía costes salariales, la segunda. Pero, en el caso de las tarifas eléctricas, conviene no olvidar que el problema de fondo, un coste de producción superior al que se incluye en el recibo, seguirá generando un déficit tarifario para el que el Gobierno no ha encontrado solución. Por otro lado, el presidente del Gobierno anunció también ayer una reforma tributaria con el objeto de aliviar la carga fiscal de las familias y reactivar la economía. Sin duda esa es una medida necesaria y cuanto antes se aplique, mejor.
La combinación de pesimismo y reformas vigente hasta ahora debería dar paso en el nuevo año a más reformas pero con optimismo y confianza en el futuro. Este es el deseo de Mariano Rajoy y será un paso decisivo para todos si los datos y los hechos lo avalan.