La mujer siria viaja a Barcelona con su hija y siete familiares para tratarse
Manar Almustafa viaja hacia la Península para recibir tratamiento médico adecuado en Barcelona. Su traslado en barco, previsto anoche, desde Melilla a Málaga, se ha producido gracias a la concesión de la llamada “protección internacional”, que según la legislación española, que citan fuentes gubernamentales, es equiparable al asilo político. Esta mujer de origen sirio llegó a Melilla hace aproximadamente dos meses con graves quemaduras sufridas durante el estallido de una bomba en su domicilio de la ciudad de Homs. Las quemaduras alcanzan al 90% de su cuerpo.
La concesión de la condición de “protegido internacional” que ha concedido el Gobierno central Almustafa se ha extendido a ocho personas más que la acompañarán durante su periplo hasta llegar a Barcelona, destino final de la mujer, que será atendida por la unidad especializada de grandes quemados del hospital Vall d’Hebron. Las personas que, además de Almustafa, tienen la condición de protegidos son su hija menor y otros siete familiares. Sin embargo, a media tarde se supo que otros cinco familiares viajarán a la península, pero sin la condición de protegidos sino como beneficiarios del plan de acogida de la secretaría general de Inmigración, dependiente del Ministerio de Trabajo.
La condición de protegido internacional es equiparable a la de refugiado solo que se concede cuando, precisamente, no se cumplen estrictamente las condiciones para serlo pero que, según informó ayer el Ministerio del Interior, conllevan los mismos derechos: “autorización de residencia y trabajo permanente en España durante cinco años, así como idénticos derechos en materia de asistencia social, sanitaria y educativa”. El Ministerio del Interior expresó ayer en una nota que la tramitación del expediente se había hecho con la mayor agilidad posible dada la “apremiante situación humanitaria de la solicitante”. No resulta habitual que se concedan permisos de esta naturaleza a tantas personas de un mismo grupo familiar, como ha ocurrido en este caso.
Fuentes del Servei Català de la Salut explicaron ayer que esta mujer víctima del conflicto que vive su país será tratada en el hospital Vall d’Hebron de forma ambulatoria por lo que, inicialmente, no está previsto su ingreso. Eso no quiere decir que no tenga que ser sometida de inmediato a tratamientos relacionados con la regeneración de su dañadísima piel y otros vinculados a paliar sus dolores.