Ración de Navidad
La Cruz Roja vuelve a distribuir ayudas de alimentación familiar estas vacaciones
Felicitación de Navidad recibida en el móvil el pasado 19 de diciembre: “Toda la familia te desea unas buenas fiestas. Vuelvo a tener tarjetas de comida para las vacaciones de Navidad, así podremos pasar mejor. Un beso”.
Quien envía este SMS es Lluïsa, la madre de una familia víctima de la crisis de larguísimo recorrido cuya experiencia relató La Vanguardia en reportaje el pasado verano.
Los hijos de Lluïsa se beneficiaron por primera vez el pasado verano del programa de la Cruz Roja en Catalunya destinado a alumnos que al cerrar los comedores escolares corrían el riesgo de sufrir malnutrición durante las vacaciones dado que en casa no había dinero para llenar la despensa.
Estas vacaciones de Navidad la Cruz Roja ha vuelto a distribuir estas ayudas complementarias a unos 800 alumnos a través de unas tarjetas de prepago de una cadena de alimentación catalana. Las familias podrán acudir a estos centros y canjear la tarjeta por alimentos que garantizan una nu- trición equilibrada durante estas semanas de inactividad escolar. Los hijos de Lluïsa figuran de nuevo entre los beneficiarios de este programa.
La Cruz Roja financia durante el curso escolar las becas comedor de unos 700 niños en toda Catalunya. Estas becas financian la integridad del coste de este servicio, cuyo importe en teoría
La organización ha asegurado la alimentación a unos 800 alumnos mientras los comedores escolares están cerrados
han de asumir los padres. Los municipios y la administración otorgan generalmente becas por el 50% del servicio pero hay muchas familias que no pueden cubrir ni tan siquiera esta parte. O reciben ayudas al 100% o deben dejar de llevar a sus niños al comedor.
Conscientes de esta situación, desde hace algunos años numerosas organizaciones humanitarias han desarrollado programas para cubrir las necesidades de estas familias. Sin embargo, estas ayudas no cubrían los periodos del año en que el centro escolar cerraba y los comedores escolares dejaban de prestar su servicio, de modo que la alimentación de los niños dependía de unas familias que a menudo no logran llenar la despensa de casa. De ahí nacieron programas como el que puso en marcha la Cruz Roja para garantizar que aún con la escuela cerrada los niños tuvieran una alimentación adecuada.
Es la primera vez que la Cruz Roja desarrolla esta campaña también en Navidad. En total 430 familias se están beneficiando de este programa en el que la organización gastará 39.000 euros. Cada familia recibirá a través de estas tarjetas un promedio de 89,37 euros a razón de unos 52 euros por cada niño de la familia. Con esta cuantía se estima que se puede garantizar una dieta mínima adecuada.
La campaña de invierno de la organización humanitaria se complementa con 4.500 paquetes de alimentación distribuidos entre los usuarios de sus servicios. Esta campaña de la Cruz Roja está financiada con recursos propios y con los que ha obtenido en campañas de acopio de alimentos. Además, distribuye también las remesas de alimentos de la Unión Europea.