El carnet del ‘boletaire’ se extiende
La Generalitat hará pagar por buscar setas en el Ripollès, el Alt Pirineu y los Ports, y abre la puerta a los propietarios privados
El carnet del setero será obligatorio a partir del próximo otoño en espacios naturales de titularidad pública y también privada, siempre con el consentimiento de los propietarios forestales, del Ripollès, el parque natural del Alt Pirineu y los Ports. Si funciona la prueba piloto, que tendrá una vigencia de dos años y se aplicará en los bosques de especial interés micológico, el Departament d’Agricultura quiere hacer pagar por coger setas en todas las zonas forestales de titularidad pública.
“Detrás de una seta hay un bosque y esto tiene un coste. Queremos acompañar a los propietarios, preservar y poner en valor los productos del bosque y generar recursos. La voluntad es que todos los espacios públicos de producción micológica puedan acabar con este modelo de gestión, es bueno para el mantenimiento de la masa forestal”, justificó ayer Josep M. Pelegrí, conseller de Agricultura, en la presentación de la ampliación del carnet.
El acto se celebró junto a los bosques de Vimbodí i Poblet (Conca de Barberà), el primer espacio natural en implantar el carnet del boletaire, en 3.703 hectáreas. Desde el otoño de 2012 se han expedido cerca de 2.200 autorizaciones, casi todas la temporada pasada, pues este curso ha sido nefasto por la falta de lluvia. “Al principio generó algunas reticencias, pero ha sido un éxito. En el bosque todo tiene unos costes, hay quien se cree que los recur- sos que están en la naturaleza son gratuitos”, dijo Joan Güell, alcalde de Vimbodí i Poblet. “Existía preocupación en el territorio, con la masificación peligraban las setas”, dijo el padre Lluc Torcal, presidente de la junta rectora del Paratge Natural de Poblet.
La postura de los 200.000 propietarios forestales catalanes,
VIGILANCIA PRIVADA Guardas de seguridad controlarán que todos los buscadores de setas tengan su carnet A MEDIO PLAZO El Govern quiere aplicar la medida en todos los bosques públicos catalanes
dueños del 80% de los bosques, será en un futuro determinante. Las tres nuevas zonas en las que se tendrá que pagar incluirán una extensión de más de 20.524 hectáreas de titularidad de la Generalitat, pero extensible al resto de zonas forestales privadas contiguas a cada espacio natural. Los propietarios podrán participar de forma voluntaria sin tener que pagar nada. “Abrimos la puerta a los propietarios”, dijo Pelegrí.
Para que el plan se pueda aplicar con garantías deberá de incluir bosques privados. De esta forma se podrá señalizar la prohibición de recolectar sin permiso en espacios con mayor continuidad geográfica. “Hemos encontrado buena predisposición de los primeros propietarios con los que hemos hablado”, avanzó Antoni Trasobares, director general de Medi Natural i Biodiversitat.
La delimitación exacta de las zonas de pago se concretará en los próximos meses. El plan nace con la voluntad de adaptarse a las distintas necesidades de cada uno de los espacios naturales. Se crearán comisiones con la participación del Departament d’Agricultura, la empresa pública Forestal Catalana, encargada del mantenimiento y de contratar a los guardas privados, los Ayuntamientos y los propietarios adheridos. El precio de cada carnet del boletaire se fijará siguiendo el modelo de Poblet, que ha cobrado a diez euros el permiso para toda la temporada y a tres la autorización diaria. Los bosques con mayor asistencia de buscadores de setas dispondrán a priori de mayores recursos pero también tendrán más gastos de vigilancia y mantenimiento. Tras cubrir la inversión inicial en señalización, todo el dinero recaudado se reinvertirá en el mantenimiento de los propios bosques, públicos y también privados adheridos, así como en otras actividades para promover buenas prácticas.