Desvirtuar la historia
Concert Sant Esteve
Intérpretes: Cors de l'Orfeó Català; Cor de Cambra del Palau Dirección: Josep Vila Lugar y fecha: Palau de la Música (26/XII/2013
JORGE DE PERSIA
Lo coral tiene tanto de musical como de social comunitario, que afecta a la condición humana incluso en su proyección política. En lo musical, figuras como Millet, Vives, Morera y otros, establecieron un camino ahora algo desvirtuado. Se trabaja en pos de la calidad, pero quizá los objetivos no están tan claros. Los tiempos han cambiado y la tradición marca caminos pero siempre renovándose, sin conformarse en un tradicionalismo superficial que no hace justicia al origen. Hay que reflexionar sobre funda- mentos como el enriquecedor arreglo de El noi de la mare por Toldrà, o construcciones de aliento como Les flors de maig de Clavé. Son referencias
En el terreno de la interpretación otro tanto. Vale que es un concierto para familias, pero una interpretación del Aleluya de Händel no puede presentar un perfil de lectura de hace medio siglo. El Orfeó y el Palau son una caja de resonancia de Catalunya. Disponemos de instrumentistas y técnicas vocales para acercarnos a la belleza del original. En el otro extremo (una obra del siglo XX), encontré el Exultate Deo de Poulenc sin matices y áspero; debe cantarse como si fuese música antigua, con actitud interior.
Y no es de aceptar que los “dos señores de Barcelona” que hacían los comentarios califiquen a Poulenc de “mig delinqüent” por su vincula- ción –lejana– con las vanguardias. Poulenc, discípulo de Viñes y católico, era persona de gran sensibilidad. “Els senyors Esteve i Tomás” fueron muy poco naturales en su narración de la historia.
Hubo buen trabajo del Cor de Noies, aunque innecesario rumbear el Canto negro de Montsalvatge, y como siempre la notable candidez y buen hacer de los pequeños en preciosas canciones. De interés la obra Pau al Cor, encargo a Ramón Humet, aún con desaciertos de interpretación. El final, gestos de estadio más que sensibilidad de Palau, pero el grito, la voz en cuello no es coral stricto sensu, y menos en manos de jóvenes sin formación, y el Cant de la senyera lo dice claro: “Al damunt dels nostres cants”; el grito en este contexto desvirtúa el mensaje, sólo la calidad y la reflexión nos puede dejar ir más allá.