Fueros, capitalidad y tejido productivo
Llama la atención la gran disparidad entre comunidades autónomas que, lejos de corregirse va a más. En términos de PIB per cápita hay una diferencia de aproximadamente el 50% entre el País Vasco, la más rica, y Extremadura, la más pobre, que es además una de las que ha visto caer su actividad con mayor intensidad. Es cierto que las transferencias, que caracterizan el actual sistema de financiación autonómica, ate- núan esa disparidad, que refleja la capacidad productiva de cada territorio. País Vasco y Navarra, las dos comunidades forales que gozan de un sistema de financiación basado en el concierto aparecen históricamente en los primeros puestos en cuanto a PIB per cápita. Pero no por ser forales, sino porque desde hace mucho tiempo cuentan con un tejido empresarial muy potente. Donde sí se aprecia ese hecho diferencial, el de la foralidad, es cuando se compara el PIB con renta per cápita. Tomando España como base 100, País Vasco tiene un PIB per cápita del 134,8 y una renta del 133,83. Y Navarra, del 127,8 tanto en PIB como en renta. Es decir, los dos indicadores se corresponden. Todo lo contrario de lo que les ocurre a Madrid o a Catalunya, donde el indicador de renta se encuentra varios puntos por debajo de lo que es su PIB per cápita. Es el resultado de las transferencias hacia otros territorios, en aplicación del sistema de financiación.
Madrid hace años que está consolidada como uno de los territorios más pujantes, con un tejido empresarial muy importante. Un tejido que en parte se ha ido consolidando por el hecho de ser la capital. Porque más allá de los ministerios y los organismos públicos, ser capital te convierte en una referencia, el lugar donde las grandes empresas tienen que tener allí su sede o al menos una representación importante. Allí están también los grandes museos, un elemento nada desdeñable como generador de riqueza.
Catalunya se mantiene en cuarta posición y con un PIB per cápita por encima de la media de la Unión Europea. Llama la atención, en cambio, el retroceso de la Comunidad Valenciana que en estos momentos está por debajo de la media de la UE.