Leo Messi renovará su contrato antes de fin de curso
La prima de fichaje de Neymar propicia la revisión de condiciones del jugador argentino
La negociación se inicia con la convicción, compartida, de que Leo Messi debe seguir en el equipo, pero el nuevo contrato es todo un reto.
Sandro Rosell, el presidente del Barça, y Leo Messi, el número uno del fútbol mundial, estamparán su firma en un nuevo contrato antes de que la actual temporada deportiva llegue a su fin. Pero no será una firma más. Las nuevas aspiraciones económicas del jugador suponen para el club un auténtico reto en el momento en el que se plantea la inversión en la remodelación del estadio o en la construcción de uno nuevo. Sólo igualar en términos netos los 40 millones que Neymar consiguió como prima de fichaje supondría para el Barça un gran desembolso, repartido durante los años de vigencia del contrato. La directiva quiere a cambio una nueva relación en la que los ingresos y las estrategias de marketing y de explotación de los derechos de imagen sean compartidos.
Para el Barça, el argentino constituye su principal activo, la palanca para seguir adelante con su proyecto de liderar de forma sostenida el fútbol a escala mundial y sin el que no se entienden sus últimos años de hegemonía deportiva ni la fulgurante proyección global de su imagen, ni tampoco el éxito econó- mico que ha permitido tres años consecutivos con beneficios. Para Messi, la relación con Barcelona, el club y la ciudad, se remonta al día que optó por quedarse, cuando tenía 13 años, una decisión con alto coste emocional para su familia, pero acertada a la vista de los resultados. Desde entonces, y ahora tiene 26 años, “nunca se ha planteado marcharse”, enfatizan fuentes cercanas. Hasta aquí, todos de acuerdo. Pero la personalidad de este jugador excepcional ha cambiado mucho, y el año ha sido duro, con astronómica factura fiscal incluida.
Desde el entorno de Messi se apunta que “el mejor jugador del mundo debe ser también el mejor pagado del mundo”. Una idea que el presidente Rosell, y otros miembros de la junta, también ha compartido en público: “La puerta de nuestro despacho siempre está abierta para cuando quiera venir a hablar. No tengo ninguna duda de que debe ser el mejor pagado del mundo”. Pero la escala de lo que ahora está sobre la mesa escapa a cualquier renegociación o revisión similar a las realizadas hasta ahora. Y en este contexto cabe interpretar el inusual hecho de que fue- ra el propio Leo Messi, que siempre ha practicado la máxima de que él sólo habla en el campo, quien asumiese públicamente la defensa de sus intereses con unas lapidarias declaraciones en RAC1, replicando una frase deliberadamente técnica que forma parte del abecé de la gestión económica, del vicepresidente Javier Faus.
En ese momento, nadie reconoció haber iniciado negociaciones para cambiar o mejorar el contrato. Aunque a preguntas de este diario, fuentes de ambos lados han reconocido que, coincidiendo con la llegada al club del brasileño Ney- mar, a finales del verano, comenzaron los primeros tanteos, con intercambio de propuestas incluido.
Y aquí se detecta una divergencia. Nadie quiere asumir la responsabilidad del primer paso. Cada una de las partes endosa a la otra la iniciativa de la revisión del contrato firmado en febrero pasado y con vigencia hasta el final de la temporada 2018, cuando Messi cumplirá 31 años. La lógica llevaría a pensar que la inquietud debería haber venido del jugador. Desde el club se apunta a que poco después del verano, desde el entorno de Messi se avanzó una primera propuesta. Pero desde este último ámbito atribuyen la propuesta al club, un movimiento preventivo no fuera que las condiciones de la contratación de Neymar complicara las cosas. Y, de hecho, aseguran que ahora tan sólo esperan a que la directiva ponga sobre la mesa una propuesta antes de que acabe la temporada. Aunque los asesores del jugador no se planteen franquear la puerta que simbólicamente ha dejado abierta Rosell, está claro que todos los implicados dan por hecho que habrá nuevo contrato, sin renovación, es decir, sin alargar los años de vigencia, pero en los márgenes económicos que exige el jugador.
Sobre la negociación sobrevuela el cambio personal que ha experi-
mentado Leo Messi durante el último año. Recuperándose de una pegajosa lesión; con una imponente factura fiscal a la que hacer frente (ver información complementaria); sometido a la presión previa al Mundial de Brasil en el claustrofóbico entorno futbolístico argentino, y, algo de fuerte impacto emocional, sometido al fuego graneado de un sector de la prensa blan
ca de Madrid, empeñada en airear supuestas corrupciones familiares pese a los desmentidos de la propia Guardia Civil encargada de la investigación.
Esta ha sido también la temporada en la que Messi se ha convertido en padre, un disolvente de aquella imagen de niño prodigio del fútbol que tanto ha deleitado a la afición azulgrana. Y con esa nueva madurez, el jugador ha comenzado a modificar sus comportamientos, adaptando progresivamente el entorno a sus propias necesidades vitales. Con la lesión ha prescindido de su fisiólogo de toda la vida y ha optado por una larga estancia en Argentina. Ese cambio personal también se percibe en su mayor presencia en la gestión de sus propios asuntos, hasta ahora reglados exclusivamente a través de la tutela paterna.
Messi, aseguran personas de su entorno, camina más hacia un sistema de decisiones compartidas con su padre, en lugar de la delegación total en este último que había predominado hasta hace muy poco. El jugador cree que Jorge Messi ha cargado demasiado tiempo con la responsabilidad exclusiva de todos los asuntos, de los buenos y de los malos, y por eso ahora sufre más presión. Así se explica su decisión de asumir el protagonis-
ARRANQUE Las dos partes admiten que los primeros tanteos se iniciaron hace casi tres meses
EL CONTRATO DE NEYMAR El entorno de Messi ha expresado que la prima de fichaje del brasileño cambia las cosas
mo en las declaraciones radiofónicas antes mencionadas. El argentino ha comenzado a introducir asesores y técnicos especializados en su entorno, desde el campo de la comunicación hasta el jurídico, tal vez estimulado por Neymar, que llegó a Barcelona acompañado por un equipo encargado de gestionar su imagen y su aparición en las re- des sociales. También observa con atención lo que se dice y se opina sobre él, más allá del núcleo familiar. Por ejemplo, lo que publica la prensa, que ahora sigue con una mezcla de recelo y preocupación, frente a la distancia de otros tiempos. En el club habla casi exclusivamente con el presidente, Sandro Rosell, quien también mantiene una fluida relación con su padre.
Aunque las fuentes consultadas enfatizan que Messi no ha cambiado su comportamiento austero y discreto, frente a la ostentación y el exhibicionismo que adornan a muchos de sus compañeros de profesión, su prodigioso desempeño en el campo de juego ha creado una gran industria que ya es difícil de gestionar con las herramientas artesanales que proporciona el entorno familiar. Desde el mundo empresarial de ámbito deportivo se destaca la baja explotación del marketing asociado al jugador.
En los últimos meses, la prima de 40 millones a Neymar y la renovación de Ronaldo en el Real Madrid han acabado de alterar las cosas. En el mundo autorreferencial de los cracks, el dinero no sólo satisface deseos y aspiraciones económicas, también establece su jerarquía simbólica. Y observan con recelo comparativo cualquier cambio en las condiciones económicas de los rivales, incluso en el caso de personalidades más discretas, como es el caso de Messi.
Primero, los detalles del fichaje de Neymar el pasado verano. Una operación en la que el club ha invertido 57 millones de euros, 17 de ellos para el Santos, los 40 restantes para la sociedad N&N, propiedad del jugador y de su padre en concepto de prima de fichaje. Un
ACTUALIDAD Messi explota en solitario sus derechos de imagen; el club plantea cambios ante sus nuevas peticiones PERSONALIDAD El jugador ha sido padre; asume decisiones de gestión económica y profesionaliza su entorno
pago que compra la libertad del brasileño toda vez que al contrato que le vinculaba al Santos sólo le quedaba un año de vigencia, después era libre para irse a cualquier club, al que ofreciera más dinero.
Esos 40 millones dieron que pensar a Messi y su familia. El jugador era un niño cuando pasó a formar parte de la galaxia azulgrana, en el entorno de la Masia, y nunca ha tenido la oportunidad de cerrar una operación como la del brasileño. Desde el entorno del club, sin embargo, se matiza que si se reparten entre los cinco años de contrato de Neymar y se le suma su sueldo anual, el resultado queda aún muy lejos, en una escala muy inferior, de lo que recibe Messi, instalado en una liga en la que prácticamente sólo aparece uno más, el madridista Cristiano Ronaldo.
Y precisamente este último, rival en lo deportivo y en lo simbólico, es también patrón de comparación. Su reciente renovación ha dado pie a muchas especulaciones sobre lo que ingresará de ahora en adelante, incluida la de que ha logrado superar lo que percibe el argentino. Un sorpasso al que fuentes cercanas al Barça no dan demasiada credibilidad, pero que la opinión pública considera ya un hecho demostrado. Debe tenerse en cuenta, no obstante, que en el caso de Ronaldo la renovación venía impuesta por el cambio de su régimen fiscal, pues pasará a pagar el máximo de IRPF al llevar ya cinco temporadas en España, y una parte notable de sus ingresos de imagen queda en manos del club, no menos del 30% aseguran algunas fuentes, mientras que en el caso de Leo Messi esta partida es exclusiva para él.