Un líder temeroso
El rival del Barça en Europa bate por la mínima al Crystal Palace
Con el Barcelona en el horizonte de la Champions y después de una victoria por la mínima (1-0) frente al Crystal Palace en un partido gris, el Manchester City es desde ayer líder provisional de la Premier, a la espera de lo que haga hoy el Arsenal ante el Newcastle.
Con el Barcelona en su horizonte de la Champions, un Manchester City plagado de suplentes se puso ayer líder provisional de la Premier, a la espera de lo que haga hoy el Arsenal ante el Newcastle, con una victoria por la mínima (1-0) frente a un correoso Crystal Palace en un partido gris, desatascado con un gol de Dzeko mediado el segundo tiempo. El City mantiene así su imbatibilidad en el Ettihad, donde ha ganado todos sus partidos ligueros.
Si en términos de resultados no le ha podido cundir mejor la semana al City, que ya derrotó hace tres días al Liverpool, no puede decirse otro tanto de su imagen. Para un equipo contragolpeador, de fútbol directo y buen
ROTACIONES Inmerso en un calendario extenuante, Pellegrini optó por los suplentes y sentó a Touré
manejo de balón, las sensaciones que han dejado en estos dos partidos no son demasiado buenas. El Liverpool mereció como mínimo el empate y el Crystal Palace, el típico conjunto inglés que lucha cada año para salvar la categoría, fue un hueso que estuvo muy cerca de indigestársele.
Como atenuante a su mal partido podrá esgrimir Pellegrini que dado el calendario extenuante de la Premier optó ayer por sentar a medio equipo: Yayá Touré, los dos laterales o el mismo Negredo, su delantero más en forma. La ausencia de Yayá Touré fue la que le hizo más daño. El ex del Barcelona es el alma del equipo, un centrocampista de gran visión de juego, despliegue imponente y llegada, un falso lento. Sin él, el City se armó a través de la calidad de Fernandinho y la voracidad de Silva para jugar entre líneas. Navas no se prodigó mucho por su banda y Dzeko apenas intervino en los metros finales.
Toda la primera parte fue un tejer y tejer del City ante un Crystal Palace bien replegado, con la única intención de dejar pasar los minutos y de vez en cuando tirar alguna que otra contra. En una de ellas su delantero Jerôme chocó con el portero Joe Hart y le puso el ojo a la virulé con un corte tremendo que no le impidió seguir jugando.
Demasiado previsible y parsimonioso el juego de los locales Pellegrini dio una vuelta de tuerca al once al cuarto de hora del segundo tiempo. Hizo dos cambios arriesgados, una pirueta técnica que acabó por salirle bien. Quitó al mejor sobre el campo, Fernandinho, para dar la manija del medio centro a Samir Nasri y sacó al lateral derecho Boyata para incorporar a Negredo, pero no como segunda punta, sino para que entrara por la izquierda, a la manera de David Villa.
Mientras se ajustaban las piezas pudo marcar el Crystal Palace en dos ocasiones claras, sobre todo la primera, un remate lejano de Puncheon bien neutralizado por el casi tuerto Hart. Y cuando más se desesperaban los aficionados del City llegó el gol de la victoria. Inició la jugada Nasri con un pase escorado que le llegó a Navas. El sevillano no se puso nervioso. Levantó la cabeza y vio a Dzeko solo en el punto de penalti. Allí le sirvió el balón con precisión y el bosnio lo clavó por la escuadra de Speroni.
Quedaban veinte minutos, un mundo si el partido se rompía y se convertía en un toma y daca. No lo quiso así Pellegrini, que le dio por un ataque de conservadurismo y mandó a los suyos frenar y dar un paso atrás. Entre los tímidos abucheos de la grada el City comenzó a retrasar el balón, jugarlo en zonas cómodas y buscar que el Crystal Palace saliera de su cueva. Pero el cuadro azulgrana no estaba ya para muchos trotes y el partido se transformó en una sosería, con los dos equipos conformistas hasta el silbido final. El City duerme líder y muestra su cara más especulativa.