Cicerone del IEC
Màrius Serra, nuevo miembro de la Secció Filològica del Institut d’Estudis Catalans, e Isidor Marí, el presidente, invitan a los lectores a conocer la casa por dentro
Màrius Serra ha sido elegido este año miembro del Institut d’Estudis Catalans. Como columnista y crucigramista de La Vanguardia, el diario le ha pedido que ejerza de cicerone para que los lectores conozcan cómo funciona la institución.
Màrius Serra ha sido elegido este año miembro del IEC. Como columnista y crucigramista de La Vanguardia, el diario le ha pedido que ejerza de cicerone para que los lectores conozcan cómo funciona la institución, y Serra se apresura a aclarar que no le han asignado ningún sillón con letra. Aunque la Secció Filològica y la Real Academia Española tienen encomendadas tareas similares sobre la normativa lingüística, en la corporación catalana no hay la pompa tricentenaria que rodea a la RAE. El escritor explica que mucha gente le pregunta por el sillón con letra y por el discurso de ingreso. “Tampoco hay discurso de ingreso”, puntualiza, pero considera que la austeridad del IEC no debería que ser un impedimento para saber venderse mejor. Su mirada escrutadora ha analizado el funcionamiento de la institución desde su ingreso antes de verano. Y ya tiene un montón de ideas que le gustaría aplicar. Isidor Marí es el anfitrión que abre las puertas a los lectores de La Vanguardia. El presidente de la Secció Filològica confirma las buenas ideas del escritor. “Serra tiene una proyección social muy importante, sobre todo por la pedagogía que hace de la lengua. Y puede darnos, de hecho ya nos la da, una perspectiva diferente”. Serra considera que el IEC “es como un sistema solar, ya es muy poroso y ahora hay que establecer la comunicación e irradiarla”. Añade que “las consultas que llegan y la actual digitalización de los textos facilitan mucho el trabajo; es el signo de los tiempos”. SE ABRE LA SESIÓN El viernes 13 de diciembre se celebró la última sesión del año. Hay una cada mes y empieza con una charla. Esta vez, el conferenciante invitado es Javier Giralt Latorre, de la Universidad de Zaragoza, que habla de “Lengua catalana e identidad social en la franja de Aragón”. Entre los oyentes, está el alguerés Francesc Ballone, cuya tesis doctoral versa sobre el catalán y el sardo, y que colabora con el IEC en la elaboración del estándar oral. Lo acompaña el dialectólogo Joan Veny. Tras la charla, la Secció Filològica (6 mujeres y 33 hombres) cierra las puertas al público y debate sobre nuevas palabras, la revisión de la gramática y la admisión de nuevos miembros. ¿SE PODRÁ DECIR ‘DISFRUTAR’? Serra se muestra sorprendido de haber superado la criba. Marí la describe: “Cuando hay que nombrar a un nuevo miembro, primero miramos si los territorios están bien representados. En segundo lugar, cuál es la especialización que interesa tener representada. Y en tercer lugar pasamos a la presentación de candidaturas, debatimos y, finalmente, votamos”.
Serra se siente como un explorador “de un mundo ignoto”, aunque el trabajo del IEC camina paralelo al suyo. El mundo de la norma es pausado, meditado; en cam- bio, la gente tiene prisa: “¿Cuándo podremos decir disfrutar en catalán?”, dice que le preguntan. “Son cuestiones iéquicas”: el escritor verbívoro ya ha creado el adjetivo correspondiente. PALABRAS MEJOR MARCADAS En el centenario de las normas ortográficas, el IEC ha acabado de publicar las obras completas de Pompeu Fabra. Sin embargo, el presidente quiere hacer énfasis en la elaboración del diccionario descriptivo, que dirige Joaquim Rafel, basado en el corpus de textos mayoritariamente no literarios en- tre 1833 y 1988. Ahora una de sus prioridades es la actualización de este corpus, con textos que lleguen hasta el 2008.
“El diccionario descriptivo marca las palabras por grado de frecuencia y grado de corrección”, explica Marí. Es decir, cuáles son las palabras que más se utilizan y cuáles se ajustan más a la normativa. Todo ello repercutirá en el nuevo diccionario normativo. El presidente adelanta que habrá más criterios de marcaje, como el geográfico, que acotará las palabras por uso general, regional o local; y el estilístico, por usos elevados ( llur, àdhuc), sin connotación (uso general), o usos familiares, infantiles... LLEGA LA GRAMÁTICA Una de las obras más esperadas es la nueva gramática. Marí explica que está en la última fase: “Ahora se está haciendo la lectura por bloques. Cada miembro ha revisado una parte –o más, si lo desea– y esta semana cerramos las aportacio-
nes”. “A mí me han dado una prórroga –salta el nuevo miembro, con aire pillo. Voy muy ajetreado, pero ya estoy acabando”. “La gramática pasa tres revisiones –dice Marí–: una interna, una segunda por parte de expertos externos y, finalmente, la que llevan a cabo los miembros”. Afirma que a final de curso estará revisada y ya sólo faltará la ratificación del pleno del IEC. A finales del 2014 o principios del 2015, un conjunto de grupos editoriales la publicará; sin necesidad de dar exclusivas.
Marí recuerda a Joan Solà como figura primordial de este proyecto hasta su muerte, en el 2010. Manuel Pérez Saldaña (UV) es el director, Xavier Rofes, el responsable técnico, y Gemma Rigau (UAB) preside la comisión de la gramática. El presidente de la Filològica, nacido en Eivissa, forma parte de la comisión por voluntad propia, porque considera que hay que velar por la diversidad dialectal, pero con un resultado inclusi- vo: “No tiene que haber tanto catalán central como en la de Fabra de 1933 y ese es un trabajo sutil”, confiesa. Esta preocupación dialectal se reflejará en unas formas prioritarias que todos los hablantes deberían conocer, aunque no sean de su área lingüística. SIN ESPACIO COMUNICATIVO Marí y Serra finalizan esta jornada de puertas abiertas con un lamento porque no existe un espacio comunicativo común para todos los catalanohablantes, y enumeran algunos de los males: la desaparición de TV3 en el País Valenciano, el cierre de Canal 9, la falta de reciprocidad por falta de interés político desde Valencia y por temor a ser considerados expansionistas desde Barcelona... “Antes sólo la literatura llegaba a todos los territorios; hoy las redes sociales son la gran esperanza”, apuntan ilusionados Isidor Marí y Màrius Serra, entregados a una tarea compleja pero apasionante.