La Vanguardia

Abonos de transporte

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El conseller Santi Vila insinúa que la T-10 es para el uso ocasional y que los usuarios habituales utilizan la T-Mes, pero esto es completame­nte incierto, pues los abonos son prohibitiv­amente caros. La T-Mes de una zona cuesta 52 euros, sólamente 13 menos que el abono mensual de una ciudad tan legendaria­mente cara como Zurich, Suiza, donde el salario promedio cuadriplic­a al de España.

Para un trabajador que a diario hace dos trayectos la T-Mes no es económica, y esto hace que ese abono carezca completame­nte de razón de ser a menos que se hagan una cantidad casi inasumible de trayectos. Los abonos ilimitados tendrían que ser más económicos para cualquier trabajador o estudiante.

El Gobierno debería tener el valor de cambiar el concepto de tarificaci­ón para seguir el ejemplo europeo, donde lo habitual para todo usuario regular es el abono ilimitado, pero habría que bajar drásticame­nte los precios de los abonos, aumentar el del billete sencillo y eliminar la T-10. Lo que no tiene sentido es subir el precio de la T-10 diciendo que no afecta a los usuarios habituales, y que los abonos no sean una alternativ­a asequible. ALESSANDRO MALFATTI Barcelona

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