La Vanguardia

El pueblo de las colas

“Más que por inocentes, nos toman por idiotas”. Vallirana clama un 28 de diciembre por la variante que lleva 25 años reivindica­ndo

- RAÚL MONTILLA Vallirana

Al mediodía se procede a la inauguraci­ón. La alcaldesa de Vallirana, Eva Martínez, corta la cinta: negra y amarilla, los colores de la Plataforma Prou Cues N-340, que reivindica la variante de esa carretera a su paso por esta población. Una reivindica­ción que suma más de 25 años. “Más que por inocentes, nos toman por idiotas”, comenta alguien entre el público. Aplausos de los vecinos que se congregan a las puertas del Consistori­o. La alcaldesa comienza a repartir trozos de cinta. Es el día de los Inocentes, pero con ese acto se quiere mandar un mensaje a Fomento: lo de la variante empieza a ser una broma pesada. Hace diez años que comenzaron las obras y todavía no se sabe cuándo acabarán.

Vallirana inauguró ayer de forma ficticia su variante. Con este acto, centenares de vecinos exigieron que se acaben de una vez las obras de la alternativ­a a la N-340, ejecutadas en un 30% y con una montaña a medio agujerear. Las obras comenzaron en el 2003, en el 2005 se pararon por primera vez tras el hundimient­o de El Carmel. Se redefinió el proyecto, se reanudó, se paró, se reanudó y se paró finalmente en el 2011 otra vez. ¿Por qué? Según explicó Fomento, simplement­e, porque se quedaron sin dinero. Cada año sin actividad, desde entonces, ha supuesto un coste de 600.000 euros para mantener lo que se había hecho. “Ahora se aprueba una enmienda a los presupuest­os del 2014 del Estado para que se incluyan 400.000 euros y así empezar las obras el año que viene. Se aprueban unos 30 millones de euros para hacer obras hasta el 2017... Pero es que todavía quedarán otros 30 millo- nes de euros para acabarlas y de ese dinero nadie dice nada. No sabemos cuándo podremos tener acabada la variante”, se queja la alcaldesa, con casco de obra y chaleco reflectant­e. Con el mismo atuendo que visten los miembros de la Plataforma Prou Cues N-340, que cuentan con el apoyo municipal, pero detrás de la cual hay comerciant­es, vecinos cansados de ver un pueblo con un futu- ro hipotecado por una nacional. Ayer cortaron la carretera, pero se dio paso alternativ­o por urbanizaci­ones. En el centro del municipio se hizo una chocolatad­a. Se instalaron inflables. Durante dos horas no se escuchó el rumor continuo de los 25.000 vehículos diarios, más de un 10% camiones.

Un enorme monigote de los inocentes baila a ritmo de la música que pone, en directo, un grupo de vecinos. Muchos de los asistentes sueñan en el día que pasar de un lado a otro del pueblo no sea una odisea. El día que Vallirana deje de ser el arcén de una carretera. Josep, un vecino que pinta canas, señala con el bastón a la fachada de una pastelería. “Allí se empotró uno hace unas semanas. De tanto en tanto hay accidentes. ¡Y atropellos!”, dice. Es el cansancio de una promesa eterna que no se cumple. “De una tomadura de pelo”, añade Gemma, otra vecina. “Es triste que el pueblo se conozca por sus colas”, añade Edu, mientras degusta tranquilam­ente un poco de chocolate. Vallirana, el pueblo donde Jordi

Se desconoce cuándo terminarán las obras iniciadas hace una década: cada año sin actividad son 600.000 €

Sierra i Fabra escribe sus novelas, en el que Antonio Orozco compone sus canciones, donde se han encontrado restos de la época neolítica, no lejos de la cueva de Can Sadurní de Begues (que está reescribie­ndo la prehistori­a de Europa). Que tiene caminos medievales o los únicos restos de una iglesia prerrománi­ca de todo el Baix Llobregat. Montañas y más montañas. “Pero es el pueblo de las colas”, remarca Edu, casi con dolor.

Sindicatos, pero también patronal, piden que se acaben las obras. La propia Cambra de Comerç de Barcelona calificó la variante como una de las obras “fundamenta­les” para salir de la crisis en su último informe sobre infraestru­cturas. Seguirán las movilizaci­ones.

 ?? GEMMA MIRALDA ?? Un vecino y miembro de la Plataforma Prou Cues N-340 ironiza con la inauguraci­ón de la variante
GEMMA MIRALDA Un vecino y miembro de la Plataforma Prou Cues N-340 ironiza con la inauguraci­ón de la variante

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain