Entre hemisferios
Lori Meyers Lugar y fecha: Razzmatazz (27/XII/2013)
Después de reinar durante tres fechas consecutivas en La Riviera madrileña, el grupo Lori Meyers tuvo una excelente acogida de público en Barcelona, donde presentó su quinto trabajo discográfico, Impronta. Público más que cómplice, entregadísimo, y minutaje muy generoso por parte de los andalu- ces, que tuvieron el buen gusto de recordar al malogrado Germán Coppini, e invitaron a escena Anni B. Sweet en la tanda de bises para que cantara el Be my baby de las Ronettes. Una noche aparentemente perfecta (eran bonitos los cantos de la gente en Emborracharme), pero quizás no tan memorable si contemplamos sin la pasión del fan la propuesta de esta formación. Como sucede a menudo en el mundo del pop, la asequibilidad y espíritu inclusivo de los planteamientos aportan indudables beneficios, pero también desvelan algunas lagunas que se hicieron evidentes en el concierto de nuestros pro- tagonistas, empezando por su poca exigencia en el terreno lírico (por más buena voluntad que tengamos, cuesta dar por bien resueltos versos de Tengo un plan como “trasciende sólo un sentimiento de emoción / y deja en segundo plano la moderación”). Si en la factura musical de Lori Meyers hay indudables hallazgos (la tormenta eléctrica que culminó Huracán, las armonías vocales y el aroma garajero en De superhéroes...), también caen en arquitecturas demasiado inofensivas (la misma Impronta), por no hablar de presuntos (y francamente innecesarios) lucimientos de tecla. Todo ello les sitúa en un punto entre entre el hemisferio indie y el mainstream que, a fin de cuentas, resulta ser más inquietante que sugerente.