Aval de 25 millones para Hacienda
En términos económicos, el que acaba ha sido para Leo Messi su auténtico annus horribilis. Hacienda le ha llevado a los tribunales de justicia por no haber pagado más de cuatro millones de impuestos por los derechos de imagen ingresados entre los años 2007 y 2009. Un proceso en el que se ha alcanzado un principio de acuerdo para el pago de lo demandado más los intereses. En total, algo más de los cinco millones. También trascendió que el jugador abonó otros 10 millones de euros al fisco, en este caso en forma de declaración complementaria, correspondientes también a derechos de imagen, pero en este caso de los años 2010 y 2011.
Pero, en este flanco, los problemas siguen vivos, Por un lado, y pese al pacto, las consecuencias penales del fraude denunciado por Hacienda implicarán una sentencia y la correspondiente condena a alguien del entorno del jugador, dado que ha quedado acreditado que él no participaba en la gestión de sus asuntos económicos en aquellos años. Por otro, queda por establecer la sanción y la multa que siempre se imponen por encima de las cantidades defraudadas.
Económicamente, las discrepancias con Hacienda siguen sobre la mesa. De hecho, sus representantes han negociado con algunas entidades financieras, hasta ahora aparentemente sin éxito, para intentar conseguir un aval de 25 millones de euros para presentar ante Hacienda a la vista de que sus bienes sólo cubren una pequeña parte del total, unos cinco millones. Los representantes legales del jugador declinaron responder a este diario sobre ningún aspecto relacionado con su situación fiscal más allá de señalar que no esperaban ningún desenlace dramático. Las mismas fuentes han desvinculado completamente la revisión del contrato entre el jugador y el club del asunto fiscal. Pero, en cualquier caso, la fiscalidad, su ineluctibilidad, será un elemento que Messi deberá tener en cuenta en todo acuerdo económico que firme a partir de ahora. ¿Y cuál es la visión del club sobre la negociación con Messi? La filosofía de gestión de la directiva es la de asegurar la sostenibilidad económica del club y su modelo de entidad sin ánimo de lucro, con socios y no accionistas. Para la junta de Sandro Rosell es tan importante mantenerse como entidad con proyección y atractivo mundial como mantener unas cuentas saneadas que
arrojen benefi- cios con los que financiar proyectos como el cambio o remodelación del estadio, los fichajes y la sostenibilidad de la actual plantilla. La doctrina oficial señala su predilección por el modelo imperante en Alemania y Reino Unido, donde los clubs generalmente ganan algo de dinero y la política salarial es estricta (el Barça tiene establecida una jerarquía de tres niveles) y se establece en función de parámetros controlados. Y se deplora el denominado modelo del sur, especialmente el de Italia y de gran parte de los clubs españoles, donde los gastos superan a los ingresos y los jugadores imponen sus demandas salariales hasta dejar exhaustas a las entidades.
Pero, conscientes de que figuras como Messi son excepciones históricas, la junta ha asumido que el nuevo contrato será una realidad bastante próxima a los términos que plantea el jugador. Ahora, el objetivo es establecer un nuevo modelo que permita potenciar los ingresos futuros de las dos partes. En el que la imagen del jugador forme parte de la estrategia del club. Y los primeros compases de la negociación ya están bastante avanzados.