Un conjunto impredecible en continua evolución
Un año más, en el intento de mejorar, el Barcelona ha cambiado mucho. ¿Demasiado? Llegaron cinco nuevos jugadores (Pullen, Papanikolaou, Nachbar, Lampe y Dorsey) y se fueron nada menos que siete (por los relevos durante la temporada pasada: Jasikevicius, Ingles, Rabaseda, Mickeal, Wallace, Jawai, Mavrokefalidis). Siguen siendo catorce, así que si no hay lesionados, como ahora (sólo las molestias cuya consecuencia más preocupante es, al margen de haber perdido la Supercopa, que si esta tarde no gana en Madrid se quedará ya a cuatro victorias del líder, una distancia que se antoja irrecuperable.
Ataque. El Barcelona está anotando 77,33 puntos por partido en la Liga Endesa (10 menos exactamente que el Madrid, que son una enormidad, y casi dos menos que su propia producción la temporada pasada) menos que el Madrid), aspecto éste que hace unas semanas provocó las críticas de Xavi Pascual al criterio de los árbitros.
En el aspecto individual, por debajo de Tomic (11,7 puntos) y Navarro (10,8) la anotación está muy repartida, con otros seis jugadores entre 9,3 y 6,7.
Defensa. Siempre ha sido su punto fuerte. Ahora encaja 68,92 puntos por partido en la Liga, segundo tras el Madrid. Son menos que en la anterior (71,65). Y 72,9 en la Euroliga. Las defensas (y los errores) han mandado en muchos de sus partidos, para bien y para mal. Y sin embargo, da la sensación de que en el interior falta agresividad. No la tiene Tomic ni ninguno de los nuevos, excepto Dorsey, cuyo problema está en la propensión a las faltas.
El factor Navarro. ¿Cómo se puede ganar al Madrid? Lo ideal sería dominar el rebote, para cortarles el ritmo y tener segundas opciones, y obligarles a tirar triples... y que fallen. Sus dos victorias más cortas han sido por 4 puntos: 68-72 ante el Fiatc Joventut y 83-79 frente al Barcelona en la final de la Supercopa. Aquel 5 de octubre no estaba Navarro. El jugador más imprevisible de un equipo muy irregular; el tormento del Madrid, al que mañana hará un año que castigó con 33 puntos, un solo tiro fallado y 44 de valoración en un 96-89 en el Palau, al que el líder llegó con un 14-0 y el Barça con un 7-7.