La Vanguardia

El lío socialista

- Pilar Rahola

Según parece, las primarias del PSC a la alcaldía de Barcelona, van a estar tan concurrida­s como el metro en hora punta. Y no es de extrañar porque el naufragio del socialismo catalán invita a buscar islas seguras en las que sobrevivir. Además, hay mucho capital político que ha quedado fuera de plano, sea porque la derivada del nuevo PSC los ha expulsado de la oficialida­d, sea porque no están de acuerdo con la actitud del partido respecto a la consulta. Y a la prueba me remito: estas primarias van a juntar a algunos de los nombres jóvenes más interesant­es del socialismo, desde Jaume Collboni o Jordi Martí hasta Laia Bonet o Rocío Martínez Sempere. Los cuatro tienen talento, personalid­ad propia y un inequívoco compromiso catalanist­a. Incluso Collboni, que está más cerca de Pere Navarro que sus compañeros, vuela con perfil propio. Serán, pues, unas primarias intensas entre unos contrincan­tes que, a falta de terreno de juego en la cancha mayor, se han buscado una liga propia menor, aunque con peso específico. Sin duda, Barcelona no es una pieza pequeña en la cacería política. Además, en estos tiempos de consigna al viento, los candidatos deberán esforzarse en definir perfiles, compromete­r

El naufragio del socialismo catalán invita a buscar islas seguras en las que sobrevivir

ideas, lo cual deriva en favor de la buena política. Esperemos que por ahí vayan los derroteros, y que se acompañe de una buena dosis de valentía, siempre difícil con los comisarios de turno vigilando.

Lo más relevante, sin embargo, de este overbookin­g de candidatos es que es lo único relevante del PSC actual, sometido a una especie de baño maría que lo tiene en una ebullición soporífera. Perdida la oportunida­d histórica de haber tenido papel propio en el proceso de la consulta, y en una genuflexió­n humillante ante los dictados del hermano mayor, el PSC se ha convertido en un partido sin identidad que naufraga en sus propias contradicc­iones. Sólo faltaba que ni tan sólo fueran capaces de votar a favor de llevar la consulta al Congreso, si papá Estado no nos da su permiso, lo cual es, para la trayectori­a histórica del PSC, una auténtica vergüenza.

Por cierto, puestos a pedir permiso, ¿cómo es que aprueban sus papelitos federalist­as de Granada si el Estado aún no les ha dado permiso? Pronto tendremos que pedir permiso incluso para soñar. Es tan patético que resulta triste. No es de extrañar, pues, que lo mejorcito del PSC busque una salida honrosa, y Barcelona da para mucho. Ahí se puede marcar perfil, ahondar en pronunciam­ientos valientes y hacer de la capa del partido un sayo propio. Además, algunos de los candidatos más emblemátic­os forman parte de colectivos históricam­ente marginados, lo cual otorga un cierto simbolismo a su candidatur­a. Sea como sea, buen plantel para la capital de Catalunya por parte de un partido que naufraga. Al menos alguno de los mejores se salvará del naufragio, y esa es la única buena noticia del PSC en mucho tiempo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain