Reformas
España se ha subido al pódium de la corrupción y del fraude en la UE.Los últimos escándalos de corrupción han disparado las alarmas de una sociedad empobrecida por la crisis, la mala gestión y el despilfarro de sus políticos. Me pregunto que alguna responsabilidad tendrán los dos grandes partidos que nos gobiernan desde la transición, no sólo de la quiebra de la economía, sino del deterioro de la vida públi- ca y los servicios públicos y del desprestigio de todas las instituciones del Estado.
Entre tanto, sigue pendiente la más importante de todas las reformas, la reforma de la Administración, con modelo territorial incluido. Las reformas federales del señor Rubalcaba no sirven. Responden a los mismos perros con diferentes collares.
Una reforma en profundidad de la Administración presupone desmontar la connivencia de los poderes del Estado –judicial, legislativo y ejecutivo– y, por tanto, la impunidad, el clientelismo, privilegios y, en definitiva, el modus vivendi de la clase política. Con esta reforma, y una recaudación realista del fraude fiscal, España se rescataría a sí misma. Se podría sufragar el desempleo, financiar la deuda pública a coste cero y mantener, sin nuevos recortes, el Estado de bienestar.
JOSE ANTONIO GRAN Suscriptor Barcelona