Naturaleza, un santuario espiritual
El geógrafo Josep Gordi propone en su libro ‘Natura i espiritualitat a Catalunya’ diez paisajes para la meditación
En qué momento el ser humano perdió ese sentimiento de pertenencia y unidad con la naturaleza que le hacía estar en armonía con ella? ¿Qué papel han tenido las religiones a la hora de conformar unos valores en los que se ha impuesto el ansia del ser humano por dominar o explotar recursos que están en la propia base de la vida en la Tierra? ¿Pueden las diversas creencias restituir esa comunión rota?
Estas y otras reflexiones surgen de la lectura de Natura i espiritualitat a Catalunya (Documenta Universitaria) de Josep Gordi Serrat, profesor de geografía de la Universitat de Girona. El autor ha escrito un libro que se despliega como un continuo descubrimiento. Son diez entrevistas que analizan la relación entre humanidad y naturaleza; es un decálogo práctico para disfrutar la naturaleza con plenitud, y supone un recorrido por diez enclaves-santuario de Catalunya para ahondando en estas meditaciones.
El libro no pretende ni mucho menos dar las respuestas definitivas, pero da las líneas argumentales para explicar nuestra perplejidad ante el actual desgarro entre ser humano y naturaleza, con un diagnóstico claro sobre nuestra cultura más inmediata. El cristianismo ha centrado su atención sobre todo en la persona y ha reducido su vínculo con la naturaleza; pero aún mantiene latente una sensibilidad espontánea de acercamiento a ella gracias a la figura de la Virgen.
Muchos de los santuarios marianos están ligados a viejos santuarios paganos, a fuentes, grutas, montañas. “La Virgen María es la Tierra”, sentencia y resume el jesuita, teólogo y antropólogo Xavier Melloni, que trabaja en el Centre d’Espiritualitat la Cova de Manresa. Muchas religiones ancestrales, en cambio, mantienen ese vínculo con la naturaleza que les hace estar unidas a ella como en una alianza de reciprocidad y agradecimiento que remite a una unidad con el cosmos.
Por eso, y por muchas otras razones, este libro es también una reivindicación actual de la figura de san Francisco de Asís, un hombre que estuvo a punto de reescribir la historia del cristianismo y que se erige en la gran reserva verde del movimiento católico, con un mensaje central basado en la idea de que la naturaleza es un don que Dios nos pone al alcance para aprovecharlo pero sin abusar de él. San Francisco preconizaba una relación responsable de hermandad, respecto y equilibrio con el mundo; sus seguidores han alumbrado una tradición de expertos en hierbas medicinales, y convirtió el bosque en un templo de contemplación, meditación y oración para tratar a todos los seres como iguales. “Si esta actitud del pensamiento franciscano, profundamente ecológica, llegara a todas partes y fuera com- partida por todo el mundo, tendríamos más posibilidades de continuar viviendo en esta tierra que san Francisco llamaba Madre Tierra”, dice Valentí Serra i Fornell, que forma parte de la familia franciscana desde 1982.
Semillas como esta son cultivadas como muestra de los impulsos sociales, para mejorar sus relaciones con el entorno natural y salvar esta brecha que la cultura occidental ha agigantado. Pero para restablecer estos vínculos es necesario aprender a ser humildes y abandonar la mirada de superioridad sobre la naturaleza. “Mientras no hagamos un trabajo interior para suplantar la arrogancia por la humildad, la explotación por el servicio desinteresado, el colonialismo por una disponibilidad generosa hacia los otros, y las armas por el diálogo y
Este libro es también una reivindicación de san Francisco de Asís, la reserva verde del movimiento católico
el respeto, difícilmente transformaremos el entorno y mejoraremos las relaciones entre nosotros”, explica Vicenç Santamaria, monje de Montserrat.
El libro de Josep Gordi es una invitación a disfrutar del bienestar, la serenidad y el reposo que permiten los árboles en un día tórrido; un reto para dejarse emocionar por la belleza frágil que nace de una planta en el asfalto; una propuesta para disfrutar de todos los ciclos de árboles y plantas para entender nuestra propia evolución. Un repaso a todos los intentos del ser humano de acercarse al cosmos, y a cómo lo han vivido budistas, mulsulmanes o judíos. La naturaleza es el santuario en donde pueden dialogar muchas religiones.