Los buzos retiran el paracaídas pero no logran sacar los cuerpos del ultraligero
La segunda jornada del operativo para rescatar los cuerpos de los dos tripulantes del ultraligero desaparecido el pasado 22 de diciembre y hallado el miércoles a menos de una milla del cabo Norfeu resultó ayer otra vez infructuosa. El dispositivo se reanudó por la mañana a las 9 h y finalizó a las 20 h sin que el equipo de rescate pudiera recuperar los cadáveres ni tampoco la aeronave. Sin embargo, se pudo retirar el paracaídas que cubría el ultraligero, y el fuselaje ya está a punto para ser sacado del agua. La profundidad a la que fueron encontradas las víctimas, alrededor de 90 metros (donde la visibilidad es muy reducida), y las variables corrientes submarinas dificultan mucho las tareas. Hoy, por tercer día consecutivo, se reanudarán los trabajos, llevados a cabo por el Grupo de Buceo Técnico a Gran Profundidad de la Guardia Civil, y que cuentan con la colaboración de los Mossos d’Esquadra y los bomberos.
Durante el operativo de ayer, se retiró el paracaídas con el robot submarino del barco Bon Pigall para garantizar la seguridad de los buceadores, pero no se pudo recuperar los cuerpos de la instructora de vuelo y el alumno. Según el protocolo de actuación, la decena de buceadores que participan en el rescate tratan primero de extraer todo el ultraligero con los dos ocupantes, pero si no es posible, la otra maniobra prevista es recuperar los cadáveres y después el aparato.
Una vez se retiren los cuerpos y el fuselaje del fondo del mar se procederá a investigar las causas del siniestro. Fuentes próximas al operativo han asegurado, sin embargo, que los tripulantes podrían haber accionado el paracaídas debido a algún problema técnico surgido durante el vuelo, y al entrar en el mar, el paracaídas pudo envolver el ultraligero, que se hundió así e impidió que los tripulantes pudieran escapar.
Las adversas condiciones frustraron ya el primer intento de rescate, que tuvo lugar el viernes pasado. El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que coordina el dispositivo, evita marcar plazos para la recuperación tanto de los ocupantes como de la aeronave.