El pintor del tricentenario
Un ambicioso proyecto expositivo dará una visión completa de su obra en cinco museos
Mientras buena parte de la agenda cultural española rinde pleitesía este 2014 al Greco, maestro del cuya muerte se conmemora el cuarto centenario, Catalunya se vuelca en Antoni Viladomat, la figura más relevante en el momento en el que ocurrieron los hechos de 1714. Es, podemos decirlo así, el artista del tricentenario. Nunca antes se había visto tal volumen de obra suya. Y nunca antes un pintor catalán del periodo había sido objeto de un proyecto expositivo tan ambicioso (un “proyecto de país”, subrayan los organizadores), que quiere situarlo internacionalmente e implica a cinco museos: MNAC, Museu d’Art de Girona, Municipal de Mataró, Arxiu de Santa Maria de Mataró y Diocesà i Comarcal de Lleida. Las cinco exposiciones programadas –la idea es que el visitante que complete el circuito salga con una visión amplia tanto de Viladomat como del contexto que le tocó vivir– llevan la firma de Francesc Miralpeix, aquí en tareas de pluricomisario. La cita: del 10 de mayo al 2 de noviembre. El hombre, el artista, la obra. El Museu d’Art de Girona parece el lugar idóneo para comenzar a familiarizarse con un artista hoy prácticamente olvidado, pero enormemente admirado y apreciado a lo largo de la historia, como lo prueba el hecho de que diera nombre a una calle del Eixample barcelonés o que tanto él como su obra hayan sido motivo recurrente en sellos, postales o vitolas de puros. Será aquí, además, donde entre algunas de sus obras de temáticas menos conocidas (naturalezas muertas, paisajes...), se podrá ver por primera vez el autorretrato que actualmente está siendo restaurado en el MNAC.
Una selección de pintura inédita o prácticamente nunca expuesta que se dará cita en el Museu de Mataró, ciudad con la que Viladomat mantuvo una relación muy especial a través de su esposa, que era sobrina del prohombre de negocios ilurense Josep Esmandia Milans. Será el lugar para apreciar la versatilidad de su trabajo.
Sin salir de Mataró, una visita al Museu-Arxiu de Santa Maria muestra la que acaso sea su faceta más conocida, esto es, la de pintor de temas religiosos, pese a que buena parte de su trabajo no sobrevivió a las destrucciones llevadas a cabo durante la Guerra Civil. La intervención de Viladomat en la Capella dels Dolors prosigue y culmina la decoración que había emprendido un coetáneo suyo, Joan Gallart Pastor, que murió en la defensa de Barcelona. El relato pintado. Cedido por el MNAC, el ciclo de la Vida de sant Francesc del antiguo claustro franciscano de Barcelona, la obra que le dio máxima popularidad en vida, se expondrá en el Museu Lleida Diocesà i Comarcal junto a otras dos obras, también recientemente restauradas, de las carmelitas descalzas de Lleida. La obra gráfica de un precursor. El MNAC, por último, mostrará su extraordinaria capacidad como dibujante a través de una selección de dibujos (suyos y de sus discípulos) que muestran cómo emprendió el camino hacia la modernidad.