La banda nigeriana que retiene a 136 niñas intenta un chantaje
La banda pide intercambiar a las estudiantes secuestradas por prisioneros
Boko Haram, la organización integrista que secuestró a 276 niñas de 12 a 15 años en Nigeria y que retiene a 136 de ellas –algunas escaparon y otras han sido presuntamente vendidas–, difundió ayer un vídeo en el que muestra a las estudiantes y un dirigente de la banda (foto de la derecha) y pide su intercambio por presos.
Empieza el chantaje. La banda integrista Boko Haram hizo público ayer un vídeo en el que muestra por primera vez a 136 de las más de 276 chicas que fueron secuestradas (53 lograron escapar) a mediados de abril en una escuela de Chibok, en el nordeste de Nigeria. Una decena de muchachas, de entre 12 y 15 años, fueron secuestradas el 4 de mayo en otra ciudad vecina. En el vídeo, de 17 minutos, se ve a decenas de ellas sentadas en una zona boscosa. Todas visten hiyabs de colores oscuros y repiten la shahada, la profesión de fe con la que se hacen musulmanas: “Sólo hay un Dios y Mahoma es su enviado”. Muchas de las alumnas secuestradas eran cristianas. En el vídeo enviado a la agencia Afp, también aparece Abubakar Sheaku, el líder del grupo extremista, que avisa: “No las liberaremos nunca hasta que vosotros liberéis a nuestros hermanos”. El cabecilla insurgente, que lleva uniforme militar, un arma automática y no aparece en ningún momento junto a las muchachas, sabe del enorme ruido mediático que rodea el secuestro y quiere sacar tajada. Pide intercambiar a las alumnas por todos los prisioneros de Boko Haram detenidos por las fuerzas de seguridad nigerianas.
El ministro del Interior, Abba Moro, salió rápidamente al quite, por si las dudas. “Por supuesto que lo rechazamos. No se trata de que Boko Haram pueda ir imponiendo condiciones”, dijo.
En el vídeo también toman la palabra tres chicas. Dos de ellas
En el vídeo las chicas recitan la profesión de fe por la que se hacen musulmanas El Gobierno rechaza la propuesta, pero en el pasado ya ha hecho intercambios
dicen que se han convertido al islam y la última dice que ella ya era musulmana. Una de ellas, de pie frente a resto, dice con un hilo de voz y mirando al suelo que no han sido maltratadas. Parece evidente que las tres hablan coaccionadas.
La falta de concreción del Gobierno de Nigeria, que no es capaz de informar del estado ni del lugar en el que se encuentran después de casi un mes de secuestro, ha dado la iniciativa a la banda terrorista. Sheaku aprovechó la oportunidad para escupir proclamas fanáticas. “Estas chicas por las que os preocupáis, nosotros ya las hemos liberado: se han convertido en musulmanas”, dice burlón. El jefe de Boko Haram, cuyo nombre se traduce como la educación no islámica es pecado y ha matado a más de 5.000 per- sonas desde el 2009, evita aportar información sobre dónde está el resto de chicas retenidas –algunas informaciones apuntan a que los insurgentes han llevado a varias de ellas a Camerún y Chad– y juega al despiste: “Estáis haciendo mucho ruido sobre Chibok, Chibok, Chibok. Sólo Dios sabe cuántas mujeres tenemos retenidas”, dice. Según intermediarios, dos chicas han muerto por picadas de serpiente, 20 están enfermas y varias han sido vendidas por unos 8,5 euros y obligadas a casarse.
Desde hace una semana, y tras una campaña internacional para liberar a las estudiantes, Nigeria recibe apoyo de Estados Unidos, la Unión Europea –especialmente Reino Unido, Francia y Espa-