Factura tardía de una invasión
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena a Turquía a indemnizar a los grecochipriotas
Cuarenta años después de que sus soldados invadieran el norte de la isla de Chipre, Turquía ha recibido la factura de la operación. En total, 90 millones de euros en indemnizaciones que deberá pagar a los familiares de los 1.456 desaparecidos durante la intervención militar y los habitantes de la península de Karpasia, que quedaron aislados del resto del Estado chipriota y privados de su derecho a la educación, la religión, la libertad de expresión y de movimiento.
Así lo decidió ayer el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, trece años después de concluir que Turquía violó los derechos humanos de los habitantes de la isla mediterránea durante y después de la invasión. Votaron a favor de la sentencia 15 de los 17 jueces de la Gran Sala, que por segunda vez en su historia ordena a uno de los 47 miembros del Consejo de Europa que pague una indemnización por un caso interestatal (con un matiz: el Estado chipriota no cobrará, sólo intermediará con los particulares).
El Gobierno turco expresó ayer su contrariedad por la decisión. “Ni es vinculante ni tiene ningún valor”, declaró el minis- tro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, indicando que podría afectar a las negociaciones de paz entre Ankara y Nicosia, retomadas en febrero. La sentencia llega “en un desafortunado momento”, dijo. Hasta ahora, Ankara ha aceptado pagar indemnizaciones particulares a los grecochipriotas que no pueden acceder a sus propiedades al norte de la llamada Línea Verde, pero nunca ha asumido demandas colectivas.
Turquía invadió el norte de esta excolonia británica en julio de 1974 para frenar un golpe militar apoyado por Atenas para anexionarse la isla. La operación se pro- dujo después de varias olas de violencia interétnica en la isla. Desde entonces, Chipre es un país dividido y con una parte de su territorio ocupado por una potencia extranjera. Sólo Ankara reconoce a la República Turca del Norte de Chipre.
Soldados de la ONU vigilan la frontera que cruza la isla de este a oeste como una herida de alambradas, y enclaves como Famagusta. Su destino está en el centro de las conversaciones de paz. Elisabeth Taylor, Richard Burton y Brigitte Bardot son algunas de las estrellas que veranearon en Varosha, el barrio costero de la ciudad, con las mejores playas
Nicosia y Ankara han retomado las conversaciones de paz para crear un Estado federal
de la isla, hasta la invasión turca.
Famagusta quedó dentro de la zona de exclusión y hoy es una ciudad fantasma, en ruinas, que sus antiguos habitantes contemplan con lágrimas en los ojos desde el observatorio construido en el lado grecochipriota. Dentro de las negociaciones para crear un nuevo Estado chipriota unido y federal se ha propuesto que la comunidad turcochipriota pueda usar el puerto de Famagusta para el comercio internacional a cambio de que los grecochipriotas puedan volver a sus casas. Algunas de las 200.000 personas desplazadas por el conflicto aún buscan alguna forma de justicia.