Rubalcaba: “No habrá un gobierno de concentración”
El líder del PSOE zanja el debate reabierto por Felipe González
“Yo creo que la gran coalición en España entre el PP y el PSOE sería imposible, y además sería profundamente antidemocrático porque dejaría a mucha gente sin opciones”. Así se expresaba Alfredo Pérez Rubalcaba en una conversación informal a finales del año pasado, tras una de las periódicas irrupciones en el debate político de la posibilidad, o necesidad incluso, de un gobierno de concentración entre PP y PSOE para sacar a España del hoyo. Nada nuevo bajo el sol: ni Rubalcaba, ni sus predecesores en el PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González –al menos mientras ocuparon la presidencia del Gobierno–, consideraron nunca, jamás, esta hipótesis. La política española, para bien o para mal, se fundamenta en la confrontación entre PP y PSOE desde hace más de treinta años, y así seguirá siendo mientras al tradicional bipartidismo español le quede fuelle. Y algo aún le queda, mal que le pese a IU, UPyD, CiU y el PNV. Todos estos partidos han arrancado la campaña del 25-M atacando al bipartidismo. Y los so- cialistas han reaccionado subrayando que no son lo mismo. “¿Cómo vamos a ser iguales cuando el PP se dedica a demoler sistemáticamente lo que hizo el PSOE?”, clama Rubalcaba en sus mítines. Su otra línea de defensa, contra IU, es destacar que la formación de Cayo Lara es justo la que sostiene, y va a seguir haciéndolo, al gobierno del PP en Extremadura.
Este domingo, no obstante, fue el propio Felipe González quien re-
El jefe de la oposición rechaza una gran coalición con el PP: “No sería bueno dejar al país sin alternativa”
abrió el debate. Y ayer Rubalcaba quiso cortarlo por lo sano: “Mientras yo sea secretario general del PSOE no habrá un gobierno de concentración, no lo habrá”, proclamó en Onda Cero, harto de este recurrente debate. Para el líder socialista, “no sería bueno para España y no sería bueno para el PSOE; pero lo primero es más importan- te: no sería bueno para España dejar al país sin alternativa”. Y es que, a su juicio, “depende mucho de las tradiciones políticas de los países”. Así, subrayó que en Alemania o Austria “son relativamente frecuentes” gobiernos de concentración. “Pero en España nunca, y nunca es nunca”, recordó, y apuntó que ni siquiera en los momentos más difíciles de la transición ni tampoco tras el golpe del 23-F se apostó por semejante fórmula. Ni siquiera, le faltó añadir, cuando en el segundo mandato de Zapatero el vendaval de la crisis parecía empujar a España inevitablemente hacia el precipicio, y tampoco el entonces presidente del Gobierno quiso oír los cantos de sirena que le aconsejaban formar un gobierno de concentración que siempre rechazó. “En nuestra tradición política este tipo de gobierno no está, y tiene una lógica política democrática: no dejar a una parte sustantiva de la población sin alternativa”, reiteró ayer Rubalcaba. Lo que no tiene nada que ver con que el partido que gobierna y la principal fuerza de la oposición alcancen pactos de Estado, lo que Rubalcaba siempre ha defendido incluso por encima de las críticas suscitadas en su propio partido. “Una cosa son grandes acuerdos y otra ir a un gobierno de concentración, es que no lo veo”, zanjó Rubalcaba.
Felipe González, el domingo en La Sexta, defendió una gran coalición de gobierno “si el país lo necesita”. Y el candidato del PP al 25-M, Miguel Arias Cañete, apuntaló la misma idea a Colpisa, “si el interés general lo exige”. El ministro Jorge Fernández Díaz contrapuso ayer que, si es conveniente para España, el PP “siempre pondrá los intereses generales por delante de cualquier interés partidista”.