Potenciación del paseo de Gràcia
El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado el plan de mejora del paseo de Gràcia que pretende potenciar un espacio público de excelencia que reúne algunos de los más célebres edificios del modernismo, más de un centenar y medio de comercios de conocidas firmas españolas e internacionales, una treintena de los cuales son de lujo, además de destacados restaurantes y hoteles, todo lo cual configura uno de los paseos más característicos de la capital catalana. El objetivo no es solamente adaptar el paseo a las necesidades de un turismo de calidad al alza, sino mejorar las condiciones del espacio para el ciudadano.
Con un presupuesto de 5,15 millones de euros, el proyecto que se ha puesto en marcha y que debe estar concluido el próximo noviembre, prevé la regeneración del pavimento, del mobiliario y de la señalización, así como un nuevo modelo de iluminación, eficiente y sostenible energéticamente por el sistema de punto por punto – smart light–, que permite concentrar la luz sobre las áreas peatonales por control inteligente, así como una iluminación vertical de hoteles y edificios singulares. También prevé una sucesiva sustitución del arbolado y de la ornamentación vegetal con un sistema de riego telecontrolado que permitirá un importante ahorro de agua. Por último, el proyecto contempla mejoras en la movilidad urbana, elimina las zonas azules y una gestión activa de las operaciones de carga y descarga, así como la construcción de un sistema más eficiente de información a través de la telefonía y por internet y del control de la calidad atmosférica.
Por vez primera se aplican en bloque los avances que permiten las nuevas tecnologías, ya experimentadas en parte en otras zonas de la ciudad, a un paseo fundamental para la vida de Barcelona. Su éxito, tanto en lo que se refiere a la movilidad como a la sostenibilidad y a la eficiencia energética, permitirá extender la experiencia de forma global a otros puntos de la capital catalana que precisan una reforma urgente, y, por qué no, exportar el modelo a otras capitales y ciudades. La capital de Catalunya ha sido, desde los Juegos, un modelo en el que se han proyectado otras ciudades españolas y extranjeras; un modelo que la crisis amortiguó temporalmente.
Pero la vitalidad de Barcelona ha superado este trance y emprende una renovación que le ha de permitir seguir estando entre las mejores ciudades del mundo, tanto para el ciudadano como para el visitante o para los negocios, tal como certifican la mayoría de los estudios sobre la calidad de vida urbana.