Re-cuperación
Antes de la crisis se vivieron momentos de expansión que dieron lugar a euforias acerca de cómo una nueva economía nos estaría llevando a superar las históricas pautas de los ciclos y las crisis. A escala internacional, las ganancias de eficiencia asociadas a la globalización desempeñaron un papel central, en conexión con las innovaciones tecnológicas en los ámbitos de la información y la comunicación. El clima de optimismo dejó en segundo plano la constatación de que los dividendos de la globalización se habían distribuido de una forma bastante asimétrica.
La crisis obligó a revisar a la baja muchas cosas, especialmente en los países que (expresión polémica), “habían vivido por encima de sus posibilidades”. Pero había muchas formas de implementar las respuestas. El FMI documentó en marzo cómo las políticas económicas diferentes –sí, era posible optar entre más de una política– habían tenido impactos muy heterogéneos sobre la desigualdad, con malos resultados al respecto en nuestro entorno más cercano. Parafraseando un más reciente documento de la OCDE –por seguir citando sólo fuentes de la máxima ortodoxia– tiene sentido referirse a cómo la crisis habría sido el marco para un cambio en las reglas del juego, que se venido gestando en la anterior bonanza.
Y ahora algunos indicadores hablan de una recuperación, incipiente y tímida, pero recuperación al fin y al cabo. Inquieta la tardanza con que los efectos positivos de esas mejoras en los datos agregados se van traduciendo en positivo para segmentos más amplios de la sociedad. Se diría que, tras una asimétrica distribución de los dividendos de la globalización, ahora estaríamos asistiendo a una distribución de nuevo notablemente desigual de los dividendos de la recuperación. Probablemente sea inadecuada la utilización del término recuperación en su sentido de restablecer lo perdido. Los indicadores cuantitativos al alza no pueden ocultar que estamos yendo a unas economías y sociedades diferentes, con parámetros de desigualdad amplificados. En línea del exitoso libro de Piketty, estamos recuperando aspectos socioeconómicos y políticos de unos tiempos bastante más pretéritos que los que precedieron esta última gran crisis.
Inquieta la tardanza con que las mejoras llegan a la sociedad