El nuevo héroe de Riazor
Mario Costeja González, el hombre que acaba de derrotar a Google, tiene su despacho de abogado y perito calígrafo en A Coruña junto a la playa de Riazor y al estadio de fútbol. Especialista en comunicación no verbal y en grafología, este descendiente de emigrantes catalanes y gallegos nacido en Brasil hace 59 años es una persona singular, quizá la característica que explique que se atreviese a entablar una batalla legal contra una de las grandes corporaciones globales.
“El resistir ha sido ganar”, afirmaba ayer por la mañana, poco después de conocer la sentencia del tribunal europeo que le daba la razón. Asegura haber tenido que soportar presiones mediáti- cas y de “fans de Google” en desacuerdo con su lucha para que se eliminase del motor de búsqueda el enlace con la página 23 de La Vanguardia del 19 de enero de 1998. En ella se publicó un anuncio de la tesorería de la Seguridad Social sobre la subasta de un inmueble de Costeja y su entonces esposa, debido a una deuda del seguro de autónomos. Se trata de una parte “desagradable” del pasado, de la que se veía obligado a dar explicaciones que cree innecesarias. En opinión de Costeja, el veredicto del tribunal europeo es beneficioso tanto para él como para el buscador de internet. “Google era una buena herramienta. Ahora es perfecta, pues hay unas reglas del juego para que el ciudadano sepa a quién dirigirse”, afirma, y destaca que ya no resulta necesario ir a la justicia de Estados Unidos como pretendía la empresa.
Proclama que ha peleado por “la libertad de expresión” y que ni ha buscado dinero ni hacerse famoso. El año pasado calculaba que se había gastado unos 20.000 euros en el proceso judicial, aunque ahora rehúsa hablar de lo que le costó. También introduce un matiz, pues precisa que no defendía tanto el derecho al olvido como la conveniencia de poder eliminar informaciones “irrelevantes” y “obsoletas”. Para Costeja, la de ayer fue una “sentencia realmente importante”. / A. Lugilde