Palabras sin hechos
Ningún partido político lleva en su programa electoral medidas de conciliación
Muchas palabras, mucha voluntad, mucho sí, sí y sí..., pero luego, a la hora de la verdad, nada de nada”. Así resume Ignacio Buqueras, presidente de la Asociación Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), el comportamiento de los partidos políticos con representación en el Parlamento sobre uno de los temas que más afectan a la ciudadanía, la necesidad de conciliar trabajo y vida personal. Y dice esto, con cierto abatimiento pero dejando claro que seguirá luchando por conseguir unos horarios racionales, tras estudiar los programas que los partidos con representación parlamentaria han elaborado para las elecciones europeas. ¿Conclusión? Nada de nada, salvo una tímida referencia a coordinar horarios laborales, escolares y comerciales en los programas de CiU, IU y PP. Sólo eso, ni una medida concreta.
Y eso que los partidos estaban advertidos de que esta asociación iba a estudiar sus propuestas electorales para comprobar si alguna formación incluía uno o varios de los puntos que Arhoe considera necesarios para terminar con la “singularidad española” y que en pocas palabras implica horarios laborales larguísimos, comidas y cenas a destiempo y programas televisivos que terminan al filo de la medianoche. Esto se traduce en escasa productividad, absentismo, fracaso escolar, estrés por falta de sueño, pocos hijos por no tener tiempo de atenderlos...
“Somos el único país de Europa con estos horarios y creíamos que no había mejor momento que unas elecciones europeas para armonizar nuestros horarios con Europa... Pero no hay manera. Hemos hablado con todos los partidos políticos, con todos, y siempre dicen que sí, que es preciso cambiar estos horarios, pero la realidad es que no hay voluntad”, señala Buqueras. ¿Por qué? “Muchos políticos hombres, y alguna mujer, me han confesado que para qué quieren llegar ellos a su casa a las 18 horas, donde sus mujeres les mandaran... mientras en sus despachos son ellos los que mandan”. Sin comentarios.
Con argumentaciones de este tipo, es fácil entender cómo el informe aprobado el pasado año en la Comisión de Igualdad del Congreso, que incluye medidas para racionalizar unos horarios que no sólo perjudican a los ciudadanos sino que hunden aún más la economía, no haya sido debatido en pleno. Pese a que la comisión así lo ha pedido. De nuevo, palabras pero no hechos. Entre las medidas está la de adoptar el huso horario que a España, por su posición geográfica, le corresponde. En marzo no se hizo nada, pese a requerirlo esta asociación exponiendo datos que demuestran sus beneficios. ¿Se conseguirá en el próximo cambio de reloj, en octubre? “Seguiremos intentándolo”, dice Buqueras.