Nazario se enfrenta al vacío
No, se apresura a corregir el dibujante Nazario, vecino desde hace más de treinta años de la plaza Reial, uno de los perpetradores de aquella canalla y revolucionara Barcelona de finales de los setenta... “Yo no quiero denunciar al fumadero de marihuana que ha abierto debajo de mi piso, nunca lo haría..., ¡yo lo que quiero es denunciar al Ayuntamiento de Barcelona por dejarles abrir sin una salida de humos en condiciones!”, espeta el artista todo malhumorado, hojeando las quejas presentadas la semana pasada ante el distrito de Ciutat de Vella.
Esta es la lucha de Nazario contra el vacío, contra el vacío administrativo. El Ayuntamiento, desde finales del año pasado, dice que está preparando un protocolo de actuación ante la proliferación de los clubs de cannabis, que suman en Barcelona cerca de trescientos. Se basan en un vacío administrativo y legal que les permite abrir como si fueran un club de ajedrez o una asociación de vecinos. En el fondo la local esperaba que otras administraciones su-
El dibujante dice que las administraciones sólo piensan en los turistas y se olvidan de los vecinos
periores tomaran cartas en el asunto, pero dado el paso del tiempo no tiene otro remedio que arremangarse. Ahora confían en presentar su protocolo antes de este verano.
“Yo ya no puedo fumar –retoma Nazario–..., pero estoy a favor de la legalización de la marihuana y en contra de la hipocresía, y me parece un acto de hipocresía que permitan que nos convirtamos poco a poco en el Amsterdam del sur de Europa para atraer de este modo a más turistas, a cuantos más mejor, de cualquier modo... ¡Vivimos en una ciudad vendida al turismo!”, exclama para continuar su perorata, “y el vecino es ya un ciudadano de segunda clase, mi farmacia de siempre es ahora un restaurante, cada vez que salgo de casa tengo que esquivar un montón de mesas, los hooligans hacen botellón bajo mi ventana... y por qué tengo yo que mudarme, ¿eh?”.
Los responsables del club de usuarios de cannabis vecino del dibujante explican que descubrieron que su salida de humos no funcionaba porque tiempo atrás alguien la tapió. Pero que inmediatamente apañaron otra, que siempre funcionaron con una salida de humos en condiciones y todos los permisos pertinentes. Los inspectores del distrito lo comprobarán en breve, lo de la salida de humos.