Refuerzos para la batalla
Piqué, Alba y Neymar apuran su recuperación para intentar estar el sábado
El corazón les dice una cosa y la cabeza otra, pero Gerard Piqué, Jordi Alba y Neymar arden en deseos de poder ayudar al equipo el próximo sábado en la gran batalla de la Liga contra el Atlético. El desenlace del campeonato les ha puesto en cierto sentido entre la espada y la pared, entre el desafío que supone intentar levantar el trofeo participando en el campo y el riesgo que representaría forzar en exceso, con un Mundial a la vuelta de la esquina.
A priori de los tres el que tiene más opciones de poder entrar en la convocatoria de Gerardo Martino es Piqué porque su puesta a punto está más avanzada. El central se produjo una fisura en la cadera el 1 de abril en la ida de la Champions ante el Atlético. El periodo previsto de recuperación era de cuatro semanas y ya han transcurrido seis. Piqué hizo una prueba incluso para ver si podía disputar la final de Copa del 16 de abril, pero el dolor le resultado insoportable. Ahora ya está
EL MÁS AVANZADO El central es el que tiene más opciones porque ya lleva 6 semanas de baja y ha pisado el césped
mucho mejor, el lunes empezó a trabajar sobre el césped y debe incorporarse al grupo en breve. En su entorno son bastante optimistas sobre su participación, aunque hay que tener en cuenta que acumula un mes y medio fuera del equipo.
Menos tiempo hace que está en el dique seco Neymar, que sufrió un edema en el pie en la final de Copa. Las cuatro semanas ausente que le pronosticaron se cumplen hoy. Ya no cojea pero todavía no se ha calzado las botas ni ha empezado el trabajo de campo. Él aún no se descarta. “Estoy en la recta final en términos de recuperación y veremos si puedo jugar el sábado. He vuelto a entrenarme”, declaró ayer el delantero brasileño, que opinó sobre las posibilidades del Barcelona. “Estamos realmente listos para este partido. El Atlético tiene un gran equipo y grandes jugadores, va a ser difícil derrotarlos, pero no tenemos más opción que salir a ganar”. Neymar, un jugador que apenas había tenido problemas físicos antes de aterrizar en el Camp Nou, acelera para superar la segunda lesión de la temporada, tras el esguince de tobillo que se hizo en Getafe. El brasileño querría estar el sábado pero a nadie se le escapa que tanto la federación brasileña como sus patrocinadores estarían más tranquilos si no sufre ningún nuevo percance y llega en buenas condiciones a un Mundial para el que está destinado a ser uno de los principales protagonistas, además de uno de los iconos de la selección anfitriona.
Jordi Alba se encuentra de baja desde el mismo día que Neymar, aunque su recuperación va más avanzada. La enésima lesión muscular (en este caso una rotura del bíceps femoral) de la temporada le volvió a frenar en seco. Se han cumplido las semanas previstas de baja, pero hay que tener en cuenta que es un jugador explosivo y que viene de una tempo-
EL RETO DEL BRASILEÑO Neymar todavía no se ha calzado las botas, pero no cojea y no se descarta para el Camp Nou LATERAL CON RIESGO Alba tiene posibilidades de jugar, aunque se trata de un hombre explosivo con lesiones musculares
rada nefasta en cuanto a problemas físicos. Sin embargo, él desea apurar sus opciones. Cuando trascendieron los comunicados médicos de Neymar y Alba ya se dijo que se perdían lo que quedaba de temporada o que llegarían muy justitos a la última jornada. Lo que parece claro es que si el encuentro no fuera decisivo ninguno de los tres se plantearía el estar en la cita, entre otras cuestiones porque tal y como se había puesto la Liga más de uno pensaba que ya no habría nada en juego. Ahora está toda la temporada en el alero y merece la pena forzar, como hizo Iniesta para la final de Roma de 2009, cuando jugó bajo la recomendación de los médicos de que no chutara a puerta. Claro que entonces, en el 2009, no había un Mundial a continuación y ahora sí que lo hay y todos los futbolistas del mundo irían con pies de plomo en una situación así. Piqué, Alba y Neymar (además de Mascherano, Pinto y Oier) acudieron ayer a la ciudad deportiva en un día festivo para la plantilla para seguir quemando etapas en su recuperación. Nada les gustaría más que jugar el sábado.