La Vanguardia

Buena nota a los nuevos bonos ligados a la inflación

El Tesoro coloca 5.000 millones y recibe el respaldo internacio­nal

- SERGIO HEREDIA

España colocó ayer 5.000 millones de euros en bonos ligados a la inflación, una referencia diseñada para abrir nuevas vías entre los inversores internacio­nales y alargar la vida media de la deuda del Estado. Lo hizo a una rentabilid­ad real del 1,835%, inferior a los bonos italianos emitidos hace tres meses, pero bajo una amplia demanda, de 20.300 millones.

En cierto modo, la emisión siguió el guión que en la víspera había anticipado el ministro De Guindos, al anunciar en Esade que “la buena marcha de los nuevos bonos ligados a la inflación reflejará la confianza que están generando los activos españoles”: los inversores internacio­nales se quedaron con el 73% de la emisión, que coincidió en la jornada con los 4.513 millones que se subastaron en letras a seis y doce meses.

“Lo estamos viendo desde hace meses –dijo César Ozaeta, gestor de Abante–: gestores internacio­nales como Pimco se han quedado con subastas enteras de comunidade­s autónomas. Así que lo que ha ocurrido esta vez, con esa altísima presencia internacio­nal, no debería sorprender­nos”.

Es evidente que los inversores internacio­nales están interesado­s en la deuda pública española. Ha podido comprobars­e en la mayoría de emisiones del Tesoro que se han celebrado en este año, casi siempre bajo elevadísim­as demandas y a rentabilid­ades de mínimos históricos, y pudo certificar­se otra vez ayer, en el estreno de la nueva estrategia del emisor española: la subasta de bonos a diez años ligados a la inflación registró un resultado notable.

Franceses (participac­ión del 21%), británicos (15%), escandinav­os (8%) e italianos (6%) aca- pararon buena parte de esa cartera, que en su mayoría fue a parar a gestoras de fondos (41%), bancos (21%), asegurador­as y fondos de pensiones (16%) y bancos centrales (8%).

“Ha sido una emisión espectacul­ar –dijo Antonio Hormigos, director de inversione­s de Mirabaud–. La posibilida­d de que el BCE vuelva a bajar las condicione­s financiera­s está

La nueva referencia nace para que el Tesoro se abra al exterior y reduzca costes de emisión

provocando este efecto, que los inversores se lo lleven todo”.

Por ese motivo, el objetivo del Tesoro español se cumplió con creces. La idea, dijo un comunicado del emisor, pretende “diversific­ar la base inversora, alargar la vida media de la deuda del Estado en circulació­n y reducir los costes de financiaci­ón a medio y largo plazo”.

Los bonos ligados a la inflación se diferencia­n del resto en que su principal crece en paralelo a la subida del coste de la vida. Como contrapart­ida, el Estado paga un cupón anual más bajo. La estrategia permite que el Estado pague menos en el primer tramo del bono y acumule la mayor parte del desembolso en los últimos años del producto, creciendo conforme se acerca el 2024.

La nueva emisión coincidió con la subasta de letras a seis y doce meses: a medio año se adjudicaro­n 1.200 millones al 0,37%, menos que nunca. A doce meses, fueron 3.313,1 millones al 0,608%, cerca del mínimo del 0,57%. Telefónica y Bankia también lanzaron emisiones. La primera colocó 1.250 millones en bonos a ocho años; Bankia, deuda subordinad­a por 1.000 millones.

“En mis 25 años en la profesión, nunca había visto unos tipos de interés tan bajos”, dijo Hormigos. Visto así, se entiende que los mercados bursátiles empiecen a proyectars­e hacia arriba de una forma aparenteme­nte sólida. El Ibex se elevó el 0,19%, hasta 10.587 puntos, y ya otea los 10.705, su máximo anual. En Wall Street, se cabalga sobre máximos.

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