Auditori diversificado
De la música antigua a la electrónica, “hay un Auditori a medida de todos”
El equipo directivo de l’Auditori (Joaquim Garrigosa, Valentí Oviedo y Robert Brufau) presentó ayer la temporada 2014-2015 y anunció que la sala abandona el paraguas de L’Auditori més y diversifica su programación, organizándola por series y ciclos.
L’Auditori ambiciona ser el centro de la música de Barcelona y, en tanto que equipamiento público, sus responsables quieren que todo el mundo halle ahí “un Auditori a su medida”, en palabras del concejal Jaume Ciurana. El equipo directivo (Joaquim Garrigosa, Valentí Oviedo y Robert Brufau) presentó ayer la temporada 2014-2015 y anunció que la sala abandona el paraguas de L’Audito
ri més y diversifica su programación, organizándola por series y ciclos. Un regreso a la vieja fórmula aunque diseñada por una misma dirección artística cuya intención es dirigirse mejor a cada público.
Así, mientras el cartel de música antigua cuenta con algunas de esas primeras espadas de la escena europea a las que se va viendo por aquí –el contratenor Philippe Jaroussky; Philippe Herreweghe y su Collegium Vocale; la Arpeggiata de Cristina Pluhar; Il Giardino Armonico con la violinista Patricia Kopatchinskaja...–, el de moderna acerca hasta L’Auditori (a parte de a John Mayall que lo trae el Festival del Mil·leni o a Wayne Shorter que viene con el de Jazz de Barcelona) a grupos de pop y rock de la escena catalana: Blaumut hará un concierto participativo para familias, y también Obeses, que tocará junto a la Banda Municipal de Barcelona. Los míticos Pegasus harán una colaboración con la Filmoteca de Catalunya, y actuarán además Refree, Sanjosex, Joana Serrat, Marc Parrot y Love of Lesbian. Nombres que ya tienen directos en Barcelona y demás geografía catalana.
“Las modernas tienen que estar presentes en L’Auditori. Debemos apoyar a esos grupos cuando presentan disco o abren o cierran gira, y proponerles actuaciones para que colaboren con otros ámbitos de L’Auditori. Si no les invitamos, su público no nos verá como una sala también de música moderna”, argumentó ayer Garrigosa. Las cifras económicas también son una razón: L’Auditori acabará la actual temporada habiendo ingresado 370.000 euros, y la próxima aspira a un 21% más: 450.000 euros. De las 28.000 entradas que se venderán este curso se pasaría a unas 32.000 el próximo, recuperándose el 65% del coste artístico.
Pero vayamos a los ciclos que propone el equipamiento. Habrá un abono de música antigua y otro de música de cámara. Este sengudo ciclo, que abre y cierra el Quartet Casals, incluye la visita del cotizado Artemis Quartet, así como una aventura ya repetida: dar a tocar el octeto de Mendelssohn a dos cuartetos, en ese caso los emergentes Gerhard y Alard. También estarán presentes la indiscutible viola Tabea Zimmerman, la chelista Sol Gabetta, el pianista Enrique Bagaría, la Camerata 432 y los artistas invitados por la OBC: Emmanuel Pahud (flautista solista de la Filarmónica de Berlín), Fazil Say (pianista y compositor que presentó el Festival de Torroella) y la siempre atrevida Yuja Wang.
En el apartado Samplers series, que abarca nuevas músicas, tanto escritas como improvisadas, acús-
ticas o electrónicas, L’Auditori ha querido tender puentes con centros de arte (Macba, CCCB, Fundació Tàpies y Miró) y vincularse a los principales festivales internacionales: quiere hacer una pequeña versión del de Huddersfield en Barcelona con la presencia del Ensemble Crossing Lines. Entre la decena de propuestas del apartado está el monográfico que sobre Casablancas interpreta bcn216 y la actuación de los ensembles Ictus y Nadar, así como el trío noruego de free jazz The Living Room.
A todo eso hay que añadir los conciertos con vinos de la serie Denominación de origen; las orquestas internacionales; la Banda Municipal; las músicas modernas; los
Jaroussky, Yuja Wang, Herreweghe o Il Giardino Armonico vuelven a la ciudad la temporada 2014-2015
afters (tras la OBC de los sábados), y las llamadas Escenes (el circo de Animal Religion se fusionará con la música electrónica...).
Al margen de los 70 de la OBC, el equipamiento nacional presenta una temporada de 192 conciertos (122 son familiares) cuya coherencia y personalidad se le supone. ¿Su coste? 1.247.000 euros: 290.000 corresponden a antigua, 260.000 al servicio educativo, 200.000 al So Original, 160.000 a la Banda Municipal, 135.000 a la cámara, 100.000 a músicas modernas, 78.000 a Samplers (más encargos) y 25.000 a Escenes.