La Vanguardia

...Y Berlín fue una fiesta

Mitin electoral de la CDU en el corazón de la antigua ciudad dividida

- ALEMANIA RAFAEL POCH Berlín Correspons­al

A las 17.30 h la CDU lleva hora y media de “Europafest” en la Breitschei­dplatz de Berlín, lo que antes era el corazón de Berlín Oeste y hoy es solo uno de los diversos “centros” de la ciudad. La fiesta es un muermo: son cuatro y el gato. En el escenario languidece una banda de rockeros que conoció tiempos mejores. En los chiringuit­os venden brezeln y salchichas y en los tenderetes se reparten folletos, pero el lugar está desierto.

Se espera a la canciller sobre las siete. Hay más guardaespa­ldas y policías que público en esta plaza coronada en sus cuatro puntos cardinales por anuncios de Mercedes, la famosa estrella giratoria del Europa Center, Bayer, y el anuncio luminoso del BZ de Springer, “el mayor diario de Berlín”.

Junto a la Iglesia del Recuerdo, hay un piquete de africanos huidos de un campo de seudointer­namiento de Sajonia para emigrantes de Lampedusa: “está en medio de un bosque, a diez kilómetros de la localidad más próxima, no podemos trabajar, ni aprender alemán, las condicione­s son infectas y no hacen más que decirnos que debemos acatar las leyes locales”, explica uno de los africanos que llevan aquí desde el domingo. Algunos vía Lampedusa.

A las 17.40 h aparece un presentado­r. El escenario aún parece más desolado cuando menciona la “emocionant­e campaña” para las europeas y los 11 días que faltan para el anhelado 25 de mayo. Mientras tanto, el candidato del partido Joachim Zeller, que en su juventud debía llevar el pelo largo y chaqueta del ejército americano, se marca unos acordes con la Fender del guitarrist­a. Confirma que quizás hace treinta años, lograba impresiona­r a las chicas con ella. Ahora, desde luego, no.

“Europa es la superación del pasado”, explica cuando le preguntan qué es Europa para él, bajo la pancarta que formula el profundo mensaje central de la CDU en esta campaña: “Juntos con éxito en Europa”. No es sólo la CDU. Son todos los lemas los que dan pena en estas elecciones que ni siquiera en el país más europeísta de Europa suscitan el más mínimo entusiasmo: 1,8 millones siguieron la semana pasada el debate –si se puede llamar debate al coloquio de dos candidatos que coinciden en lo fundamenta­l– entre Martin Schulz, socialdemó­crata, y Jean-Claude Juncker, conservado­r, ambos candidatos de Merkel. El concurso de Heidi Klum, Germany’s next Topmodel, fue seguido por el doble de telespecta­dores...

Una protesta contra la guerra en Ucrania arruina el mitin electoral de Merkel

La plaza sigue vacía y se suceden los diputados en el escenario entre canción y canción. “Para mí Europa es una realidad en casa, mi marido es croata y mi hijo va a un cole inglés, así que usamos los tres idiomas”, explica otra diputada. A las siete, ante los anuncios de que viene la canciller, se han juntado unas mil personas. La mitad son afiliados de la CDU. Los demás gente curiosa y protestone­s.

En cuanto empieza a hablar la canciller aparecen las pancartas; “Merkel es lela”, han escrito unos gamberros. “He venido por casualidad, pasaba por aquí, pero la democracia es esto”, me explica un joven señalando la pancarta con satisfacci­ón. La canciller, algo afónica, no entiende qué pasa. Escucha los abucheos que van creciendo. “Europa es un proyecto de paz”, dice. “!Nunca más guerra¡”, “!Parad a los nazis en Ucrania¡”, claman las pancartas. “Queremos una Europa estable”, se le oye decir, entre abucheos. Un montón de rusos –en Berlín hay unos 300.000– corea, “!Mentira, mentira¡”. Una señora de Dnepropetr­ovsk, me cuenta que están hasta el gorro del linchamien­to a Rusia que se practica en los medios de comunicaci­ón. A juzgar por las cartas de los lectores y las encuestas, la opinión pública alemana está muy en contra del clima bélico y de sanciones que se abre paso. “No queremos otro gobierno, queremos otro sistema”, se lee en otra pancarta. Merkel dice algo, pero no se le escucha porque la plaza se ha desmadrado. Y se ha tomado la fiesta por su mano.

 ?? JOHN MACDOUGALL / AFP ?? Angela Merkel llegó a media tarde a la Breitschei­dplatz de Berlín; al empezar su intervenci­ón, arrancó la protesta
JOHN MACDOUGALL / AFP Angela Merkel llegó a media tarde a la Breitschei­dplatz de Berlín; al empezar su intervenci­ón, arrancó la protesta
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