Nadie dimite
Tal como era previsible, el juez ha concluido que Ester Quintana perdió un ojo a causa del lan-
zamiento de bolas de goma por los Mossos. Políticamente, el único movimiento que produjo este hecho fue el cambio de responsable del departament, que pasó del de Interior al de Empresa.
Después de dos años, de múltiples operaciones, de no haber cobrado ningún tipo de indemnización, de poner en duda sus manifestaciones, etcétera, se siguen negando los hechos por parte de los actuales responsables. Quizá, para que hubiera alguna dimi- sión, Ester tendría que haber perdido dos ojos en lugar de uno. El verbo dimitir sigue siendo el menos usado.
LUIS PÉREZ Suscriptor Vilanova i la Geltrú