Desastres humanos evitables
Las oenegés temen que Somalia, también Sudán del Sur, sufra una hambruna si no se aplica un plan de ayuda ya
En marzo del 2011, la Red de Alerta Temprana de Hambrunas advertía de la grave situación que atravesaban los países del Cuerno de África a causa de la sequía. El llamamiento no fue atendido tal como se merecía y más de 50.000 personas murieron de hambre. Sólo en tres meses 29.000 niños de menos de cinco años perdieron la vida. La catástrofe invitaba a reflexionar para actuar más rápidamente si en un futuro se presentaba un panorama similar. Ante tales antecedentes una veintena de oenegés han lanzado la campaña “Risk of relapse” (riesgo de recaída) para que Somalia no sea en los próximos meses escenario de otro desastre humano evitable. Actualmente, 50.000 niños sufren “malnutrición severa, están a las puertas de la muerte”, indica este informe.
“Somalia ya está en crisis y se prevé que las cosas vayan a peor en los próximos tres meses. Si los donantes y la comunidad internacional actúan ahora, se podría evitar un desenlace fatal”, indicaba ayer desde Nairobi Geno Teofilo, responsable de comunicación de Somalia en Oxfam, una de las 22 oenegés impulsoras de la campaña. El conflicto armado y las se- quías cíclicas convierten a Somalia en un país sumamente vulnerable y hasta el momento sólo se ha recaudado el 12% de los fondos necesarios para hacer frente este año a las necesidades más urgentes. “Risk of relapse” destaca que 1,1 millones de somalíes han tenido que abandonar sus casas para malvivir en otras zonas, sólo el 30% de la población tiene acceso a agua potable y el 40% depende del dinero que envían familiares del extranjero.
Sudán del Sur se enfrenta a una perspectiva similar: “Si no actuamos ahora, llegaremos tarde, habrá una hambruna, la situa- ción es de un deterioro progresivo”, comentaba ayer Llanos Ortiz, coordinadora de operaciones de Sudán del Sur de Médicos sin Fronteras (MSF). La tregua firmada el pasado día 9 entre el Gobierno y sus opositores parece que ha durado poco al producirse nuevos enfrentamientos. Más de un millón de personas se han visto obligadas a desplazarse a otras localidades y otras 300.000 han marchado del país a causa del conflicto bélico. Los habitantes de las zonas más afectadas por la guerra no han podido plantar sus campos, por lo que habrá pueblos sin cosecha. Si a ello sumamos una predicción de lluvias
La alerta: “En Somalia hay 50.000 niños con malnutrición severa, están a las puertas de la muerte”
más escasas y el difícil acceso a las semillas, la disponibilidad de comida será insuficiente, advierte la Red de Alerta Temprana de Hambrunas.
“En Wau Fhilluk, un pueblo del Alto Nilo, han pasado de 5.000 a 50.000 habitantes por la llegada de gente que huye de los ataques. Eso provoca mucha presión por los recursos. Allí un 8% de los menores de cinco años sufre malnutrición aguda severa”, apunta Ortiz, quien reclama a la comunidad internacional que prepare un plan de acción global para atender una emergencia de dimensiones imprevisibles. MSF ya ha elaborado el suyo.