El mariscal Sisi agita el fantasma del yihadismo
El hombre fuerte de Egipto pide a EE.UU. que desbloquee su ayuda militar
Abdel Fatah al Sisi, el mariscal que ha expulsado al gobierno islamista –elegido en las urnas– del poder y nuevo hombre fuerte de Egipto, pide a Estados Unidos que les ayude a combatir el terrorismo yihadista y evitar que Egipto y la región se hundan en la inestabilidad.
Al Sisi, que con toda seguridad ganará las elecciones presidenciales del 26 y el 27 de mayo, en las que no podrán participar los ilegalizados Hermanos Musulmanes, también pide a Washington que les vuelva a ayudar militarmente: El Cairo recibía al año 1.300 millones de dólares, ayuda parcialmente congelada cuando el ejército derrocó en julio el gobierno islamista.
“El ejército egipcio está lanzan- do grandes operaciones para que el Sinaí no se transforme en una base terrorista que amenace a los vecinos y desestabilice Egipto –afirma Al Sisi–. Si Egipto se vuelve inestable, toda la región se volverá inestable. Necesitamos el apoyo de EE.UU. para luchar contra el terrorismo, necesitamos el equipamiento de EE.UU. para combatir el terrorismo”.
El mariscal asegura que la frontera con Libia es un coladero de yihadistas. Y, en una crítica al pulso occidental contra el régimen de El Asad, advierte que la fragmentación de Siria creará “otro Afganistán. Y no creo que [Occidente] quiera crear otro Afganistán en la región”.
“Occidente debe observar bien lo que ocurre en el mundo, el mapa del extremismo y su expansión. Este mapa le llegará inevitablemente”, afirma el hombre fuerte de Egipto. Al Sisi asegura que el ejército tuvo que intervenir contra el gobierno islamista a petición del pueblo. “El ejército no podía abandonar a su pueblo o habría habido una guerra civil, y no sabemos dónde nos habría llevado eso. Entendemos la posición de EE.UU. Y esperamos que ellos entiendan la nuestra”.