Mas Estela
Corría el año 1989 cuando Didier Soto y Núria Dalmau decidieron instalarse en el valle de Sant Romà, en el municipio de La Selva de Mar. Este histórico valle está situado dentro del parque natural del cabo de Creus, en un entorno paisajístico de una extraordinaria belleza, a solo tres kilómetros del mar. Didier y Núria adquirieron entonces 50 hectáreas de tierra en este valle aislado, con la ilusión de devolver la actividad agrícola de antaño. El esfuerzo, titánico, conllevó la recuperación de los bancales olvidados desde principios del siglo XX, la restauración de la casa y la plantación de las 16 hectáreas de viñedo con variedades mediterráneas.
La sierra de Rodes supone el final de la parte oriental de los Pirineos, y su unión con el mar acaecer en una costa particularmente abrupta. En este entorno las viñas, plantadas sobre terrenos de pizarra, gozan de una gran diversidad de orientaciones y alturas, y de un clima mediterráneo con apenas 500 ml anuales de precipitaciones y marcado por la sempiterna tramontana. Este viento del norte, seco y fuerte, se alía con el viticultor en su lucha contra las enfermedades que afectan a la planta. Este se erige en elemento fundamental para Didier y Núria, pues ellos han apostado siempre por el respeto del entorno, primero con la agricultura ecológica, y desde 1999 aplicando los principios de la biodinámica.
Además de los vinos tintos, rosados y dulces, en Mas Estela han querido seguir la tradición ampurdanesa de vinos dulces, creando, con suma paciencia y sensibilidad, un vino de solera al estilo tradicional así como un extraordinario moscatel.