Wall Street, la banca y un error en Grecia hunden el Ibex un 2,35%
Una jornada bursátil aparentemente plácida se convirtió en un torbellino a partir de media tarde, tan pronto como cobró forma un abanico de datos pésimos e incluso erróneos. El desenlace fue devastador para todos los mercados, particularmente para los europeos, que registraron pérdidas superiores al 1%, más acentuadas en el Ibex español (-2,35%, su mayor caída en tres meses) y en el Mibtel italiano (-3-61%). El saldo final dejó desconcertados a los analistas, que se preguntan si el momento de la augurada corrección –hecho que nadie preveía para estos días, pero sí a medio plazo– ya ha llegado.
Lo cierto es que el día había comenzado tibio en el Ibex, con caídas muy ligeras, próximas al medio punto porcentual, lógicas tras varias jornadas de ascensos, hasta que aparecieron los primeros datos. No gustaron las tasas de PIB de Francia (0,0%) ni de Italia (-0,1%), y mucho menos los índices de producción industrial ni del mercado de viviendas de Estados Unidos. “Los malos resultados del gigante Wal-Mart, con otro trimestre de caída de las ventas, añadieron más desconcierto”, dijo Nuria Álvarez, analista de Renta 4.
A la apertura de Wall Street, sobre las tres y media de la tarde, ya todo se había torcido. Los índices estadounidenses entraron en una deriva bajista, próxima al 1%, algo que los expertos preveían desde hace semanas (en estos días, se hablaba de que tanto el Dow Jones como el S&P vuelven a ron- dar sus máximos históricos), y el virus se contagió a Europa. En España, el Ibex se puso a sufrir, lastrado por la banca mediana, la que más ha avanzado en lo que llevamos de año.
“La puntilla la puso un error en Grecia –dijo José María, Vilar, director de Renta Variable y Derivados de Ahorro Corporación–: empezó a rumorearse que su Ministerio de Finanzas planeaba un impuesto retroactivo sobre los tenedores extranjeros de bonos griegos, y esa fue la excusa para que los inversores se pusieran a vender deuda periférica”. La prima de riesgo española se elevó 22 puntos, hasta 171, y la italiana, 25 (179). “Así que cuando el ministro de Finanzas griego salió a desmentir la imposición de la tasa, ya era tarde”, concluyó.