Barcelona lanza una campaña contra el incivismo en las plazas
Despliegue de mediadores y urbanos de paisano en Gràcia y Ciutat Vella
Un grupo de personas sentadas en un banco, en una escalinata o en el suelo de la plaza (Sol, Orwell, Sant Agustí...) tocan un bongo, una guitarra, beben cerveza... Dos mediadores se les acercan. “Les invitamos a que paren, y la verdad, suelen hacer caso”, asegu- ra Marina Mañas, una de estas especialistas en resolución de conflictos. Pero puede ocurrir que no, que persistan en su comportamiento, que molesten más. Y entonces aparece la Guardia Urbana, de uniforme o de paisano...
Estas escenas, y otras similares que alteran reglas establecidas de convivencia, se repiten todo el año y en muchos puntos de Barce- lona, pero se dan más cuando sube la temperatura, y con más reiteración en algunas calles y plazas, sobre todo plazas, de los barrios de Ciutat Vella y de Gràcia. En ambos distritos ha empezado ya un despliegue de refuerzo de la presencia policial y de los mediadores en el disputado espacio público. “Prevención antes de que llegue el verano”, en palabras del primer teniente de alcalde, Joaquim Forn. Prevención antes de que el uso de las plazas más populares se intensifique.
Esta campaña de prevención de conflictos en el espacio público se complementará poco más adelante con otra específica, y también habitual, de sensibilización contra el ruido, así como con los dispositivos especiales que se organizan con ocasión de fiestas mayores y actos festivos. En Ciutat Vella coincide, además, con un incremento de las tareas de limpieza viaria.
El mapa del escenario de esta campaña de civismo es más amplio que en años anteriores. Se
han añadido espacios de la Barceloneta y del Raval (Sant Pau del Camp) a una lista de sitios en los entornos de la Rambla del Raval y las plazas Reial, Blanquerna, George Orwell, Salvador Seguí y la dels Àngels. En Gràcia, dos plazas pequeñas, la del Raspall y la del Poble Romaní, se suman a las de la Vila, Sol, Diamant, Revolució y Virreina.
Los recursos policiales dedicaran más horas a estas calles y plazas, y lo harán también de paisano, en una estrategia dirigida especialmente contra actividades ilegales, como la venta ambulante de alcohol, su consumo callejero o altercados de diferente tipo. No será extraña (ya se hace con frecuencia) la presencia continuada y disuasiva de una furgoneta de la Guardia Urbana en puntos potencialmente conflictivos. Los agentes, en todo caso, se harán visibles patrullando en parejas y a pie.
Los doce mediadores del grupo de resolución de conflictos que durante todo el año desempeñan su tarea en todo el municipio redistribuirán su horario para estar más presentes en Ciutat Vella y Gràcia, así como en la zona de playas de Sant Martí. Su dedicación a este programa significará un aumento en horas del 25% en estas áreas. Este trabajo, como el refuerzo policial, se desarrollará en diferentes franjas horarias, entre las 16 y las 2 de la madrugada.
LOS MEDIADORES La dedicación de los agentes cívicos crecerá un 25% en espacios prioritarios LA GUARDIA URBANA Parejas de policías a pie se combinarán con la presencia de furgonetas
Joaquim Forn y las concejales Mercè Homs (Ciutat Vella) y Maite Fandos (Gràcia) explicaron algunas novedades. Homs se refirió, por ejemplo, a los traslados de licencias de locales de ocio nocturno que se están haciendo en aplicación del nuevo plan de usos del distrito. Aunque el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, técnicos del distrito explican a los titulares sus obligaciones (actividades permitidas, horarios...) en la nueva ubicación. “Así las cosas quedan bien claras”, apuntó la concejal. También aseguró tener bien identificadas las rutas habituales de grupos de bicicletas turísticas, para vigilar que no haya un uso abusivo del espacio público.
La intención es que la mediación dé resultados antes de hacer necesaria la acción policial, pero “llega un momento, con determinadas personas y a altas horas de la noche, que ha de actuar la policía”, ejemplificó Forn. Los concejales destacaron los buenos resultados de estas campañas anuales. Las quejas por consumo callejero de alcohol se redujeron sensiblemente (véase el cuadro superior) y las motivadas por ruidos se mantuvieron estables con una ligera tendencia a la baja
Maite Fandos señalaba ayer la especificidad del grupo de mediadores cuya tarea se centra en la resolución de conflictos entre vecinos o por el uso del espacio público. Además de este grupo. trabajan en la ciudad otros colectivos de mediadores, agentes cívicos y educadores de calle. Este grupo de resolución resolución de conflictos no se dedica sólo ni de manera prioritaria a convencer a los grupos de bongueros y bebedores callejeros. Marina Cañas explica que trabajan mucho con los habituales de un espacio público concreto: los vecinos, los propietarios y titulares de un comercio, sus trabajadores. A partir de ahí pueden ejecutar una estrategia de actuación. A menudo, sin embargo, han de tratar directamente con quienes alteran o pueden alterar la convivencia, advirtiéndoles de que su comportamiento va contra las ordenanzas o instándoles a irse a otro sitio. “Muchas veces nos hacen caso”, afirma Cañas. En otros, acaban derivando la persona (cuando sufre necesidad o alguna patología) a los servicios sociales.
En algunos casos resuelven
NOVEDAD EN CIUTAT VELLA Atención especial a los locales de ocio que han traspasado la licencia
EN LA PLAZA DEL DIAMANTEl reparto de pelotas de espuma arregla el problema del juego con balones
con imaginación problemas de lo más cotidiano. En la plaza del Diamant se puede ver a diario, a media tarde, un buen ejemplo: chavales jugando con una pelota de espuma. Hace casi un año que en varias plazas de Gràcia crecieron las quejas por usar las plazas como un campo de fútbol sala. Un niño de año y medio había resultado muy dañado por un fuerte balonazo. Los mediadores hallaron una vía de arreglo y desde el verano pasado tres establecimientos de la plaza del Diamant guardan pelotas de espuma, que intercambian (durante lo que dura el juego) por los balones de cuero de los niños.