¿Qué crecimiento?
Desde el Gobierno central se ha empezado a hablar de un crecimiento económico, pero por mucho que se manejen cifras macroeconómicas, sólo se creerá en el crecimiento de la economía cuando las personas que están en el paro encuentren trabajo bien pagado, cuando el dintel de la pobreza se halle tan bajo que no se pueda ni contar, cuando los servicios sanitarios y sociales recortados vuelvan a llegar a toda la población. Dicho de otra manera, cuando la riqueza que se genere llegue a la gente que más lo necesita. Si eso no pasa, el anuncio de la recuperación suena a sarcasmo. Algunos bancos celebran sus ganan- cias, pero el crédito a las pymes no llega. Es como si hubiera un doble lenguaje, uno bancario para los accionistas y otro restrictivo de la misma banca dirigido a la gente que pide financiación.
Por otro lado, se vuelve a hablar del proyecto de BCN World en Tarragona, y la última noticia es que se construirá un casino de 35.000 metros cuadrados; todo dependerá de si la Generalitat rebaja el impuesto de los casinos del 55% al 10%. Y se dice que este proyecto será un buen negocio y que creará muchos puestos de trabajo. Pues justamente en estos días Marina d’Or de Castellón se ha declarado en concurso de acreedores. Y eso no queda muy lejos del territorio en el que se quiere construir el BCN World en Tarragona. De modo que todos esos proyectos de ocio, juego y diversión parece que no tienen mucho futuro. Y ello sin entrar en cuál es la calidad de vida que queremos para este país, tanto en el aspecto territorial como en el de los valores que tenga, que esa es otra y no pequeña.
Parece pues que los economistas que dirigen el poder tan sólo piensan en números y no en las personas. Porque hay muchas maneras de mirar la economía, una, sería esta liberal que ahora se impone y en la que los números cantan –como se dice– y hay otras muy distintas que ponen el acento en las pequeñas comunidades y asociaciones cívicas que, a pesar de todo, son las que van tirando para adelante al país con un lenguaje mucho más vivo y más real sin esas camándulas macro.