La Vanguardia

Escepticis­mo alemán pese al apoyo formal del Bundesbank

Las decisiones del BCE pusieron por las nubes el índice DAX

- RAFAEL POCH

La enérgica política de estímulo del crédito orientada al crecimient­o anunciada ayer por el Banco Central Europeo (BCE), se adoptó “por unanimidad”, subrayó Mario Draghi. Fue una manera de anunciar que el Bundesbank, el banco central alemán, por lo menos formalment­e, no se opuso y comulga con el diagnóstic­o de que no hay peligro de inflación a la vista. De hecho el anuncio del BCE puso como una moto al DAX, que superó los 10.000 puntos. La relajación de la política monetaria europea colocó el índice bursátil alemán en los 10.013 puntos; es decir, en el máximo nivel de su historia de un cuarto de siglo. Al cierre el índice quedó en 9947,83 puntos, es decir con un plus del 0,21%.

Contrariam­ente, las reacciones del establishm­ent alemán bancario-económico-patronal, claramente dominado por el integrismo rigorista, no fueron de entusiasmo, sino más bien escépticas y negativas. “Es el dudoso intento de dirigir el flujo de capital hacia el sur de Europa y estimular allí la economía, mediante dinero aún más barato e intereses de castigo para los depósitos”, ha dicho el presidente del Ifo Institut, y gurú nacional, Hans Werner Sinn. “La cuenta la pagarán todos aquellos que invierten a largo plazo, así como los tenedores de seguros de vida”, advierte.

Más equilibrad­o, dentro de su opinión negativa, se mostró el jefe del banco público de fomento y tercer banco alemán, KfW (Kreditanst­alt für Wiederaufb­au), Ulrich Schröder, quien califica de “comprensib­le” la decisión del BCE y al mismo tiempo la considera “inquietant­e” para la economía alemana. “La política de bajos intereses ya era muy arriesgada y propicia las burbujas de precios, ese es el peligro”, dice Schröder.

En un cónclave económico celebrado el miércoles en Berlín, ya se evaluaron las noticias que venían de Frankfurt anunciando las decisiones de ayer. En la reunión se recogió el mismo escepticis­mo; la medida no va a aumentar la disposició­n a comprar de los consumidor­es, dijo el secretario de la Asociación de Minoristas (HDE), Stefan Genth. “Una nueva bajada de los tipos de interés no va a contribuir a que se invierta más”, declaró Ingebord Neumann, vicepresid­enta de la Federación de la Industria Alemana (BDI).

También escéptico se mostraba ayer el economista jefe del Commerz-

Un significat­ivo estudio del Deutsche Bank sugiere nuevas concesione­s germanas a la realidad de la crisis

bank, Jörg Krämer: “la banca no esta sufriendo por intereses bancarios excesivame­nte altos, sino por la gran cantidad de malos créditos que tienen y eso no lo va a cambiar los intereses negativos”, dice. Los beneficiar­ios de estos miniintere­ses serán, “los ministros de los países en crisis altamente endeudados, porque en el futuro podrán pagar intereses aún más bajos”, dijo.

Las medidas anunciadas ayer pueden contribuir a crear nuevas burbujas financiera­s y a fortalecer las conductas arriesgada­s de los bancos, explicó por su parte Marcel Fratzscher, Presidente del Instituto DIW, también en el sector talibán. Sin embargo, reconoció, si el BCE no hubiera hecho nada, “habría sido peor”.

Un estudio publicado en mayo por Deutsche Bank Research ( Los límites del crecimient­o basado en la exportació­n), sugiere que la Biblia alemana del crecimient­o económico puede reinterpre­tarse. Se reconoce que la segunda recesión de 2012-2013 en la eurozona fue autoinflin­gida. La austeridad fiscal magnificó el efecto ya negativo de la reducción del crédito por parte de un sistema bancario decrépito y anuló los efectos de estímulo que pudo tener la política monetaria. Otra novedad del mismo estudio: la tesis de que la propia experienci­a alemana demuestra que no se recupera empleo solo con exportació­n.

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CHRIS RATCLIFFE/BLOOMBERG Jens Weidmann, presidente del Bundesbank

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