Seat fabricará su todoterreno urbano en la República Checa
Los sindicatos piden un plan para ampliar la producción de Martorell
La dirección del grupo Volkswagen ya ha tomado una decisión. El todoterreno urbano (en inglés SUV, siglas de sport utility vehicle), con el que Seat confía volver a la senda de los beneficios, se fabricará en la República Checa. Desde hace meses se daba por seguro que el nuevo modelo, anunciado en marzo y que se prevé sacar al mercado en el 2016, no se ensamblaría en Martorell, planta en la que se ha diseñado, sino en alguna de las que Sköda tiene en el citado país centroeuropeo. Finalmente la agraciada es la fábrica de Kvasiny. Lo confirmó ayer el presidente de la firma española, Jürgen Stackmann, en una entrevista a la agencia Bloomberg.
“Había capacidad disponible en Kvasiny y estamos contentos de poder usarla”, manifestó Stackmann, quien destacó que se trata de una factoría “muy rentable”. Según la asociación de la industria automovilística alemana VDA, en 2013 el coste laboral de este sector en la República Checa fue de 11,50 euros por hora; un valor sensiblemente inferior al de España (26,66 euros), y más aún al de Alemania (48,40 euros).
La planta de Kvasiny era la principal candidata a hacerse con el SUV de Seat. Tiene 4.500 trabajadores y fabrica varios modelos de Sköda (Roomster, Yeti y Superb), con un volumen de producción de 800 vehículos diarios en tres turnos. La empresa checa declinó ayer adelantar cuantos empleos podrían crearse para montar el nuevo coche.
El comité de empresa de Seat lamentó que Kvasiny se haya impuesto a Martorell y reclamó un plan industrial para aumentar la producción de esta última planta. Su presidente, Matías Carnero (UGT), lamentó que no se haya podido negociar. “No hemos tenido la oportunidad de defender nuestra posición”, manifestó. Carnero, que no ve riesgo de un ERE por no fabricar el SUV, admitió que los costes salariales de la fábrica checa son inferiores, pero recordó que hay elementos más importantes como la calidad y la eficiencia de la barcelonesa.
El secretario de la sección sindical de CC.OO., Rafael Guerrero, argumentó que los costes laborales suponen alrededor de un 8% del total de un nuevo coche y recordó que Martorell tiene capacidad para producir 550.000 vehículos al año y si no llega a las 500.000 no podrá ser rentable.
Por su parte, el conseller de Empresa, Felip Puig, que calificó la decisión de “agridulce”, la atribuyó a la lógica de un “mundo global” y expresó su deseo de que “próximas decisiones del grupo Volkswagen y Seat permitan confirmar la buena marcha” de la planta de Martorell, cuya continuidad “está garantizada”.