Tarragona sufre el andamio en el casco antiguo
La falta de recursos municipales para actuar subsidiariamente y la lentitud en la resolución de los expedientes eternizan los andamios en el casco antiguo de la ciudad
Pronto se cumplirán dos años del derrumbe de casa Foixà, un palacete gótico del siglo XIV, que afectó a otras dos casas en plena Part Alta de Tarragona, delante del Conservatori de Música y del Museu d’Història de la Ciutat. Se retiraron los escombros y se apuntaló lo que quedó en pie. Y así sigue. Otro palacete emblemático del casco antiguo, Ca l’Ardiaca, ubicado frente a la Catedral en uno de los puntos más turísticos de la ciudad, también está apuntalado desde hace medio año. Y dos tramos de la muralla. Y dos casas más... “No tenemos recursos suficientes para actuar de forma subsidiaria y los expedientes van siguiendo su curso”, justifica Carles Castillo, concejal de Territori.
Los vecinos de la Part Alta se han quejado de forma reiterada. Por las actuaciones de urgencia que se convierten en permanentes y por los edificios en los que no se actúa, pero que amenazan ruina. “Hay cierta pasividad en este tema, en otros municipios, el Ayuntamiento compra o expropia”, mantiene Paco García, presidente de la Associació de Veïns Part Alta. No en vano, los vecinos de la calle Cavallers y alrededores llevaban más de diez años alertando sobre el mal estado de Casa Foixà –entre cuyos propie- tarios figura un exconcejal y una arquitecto municipal– se cayó, afortunadamente, de madrugada. En este caso, según explica el concejal, el Ayuntamiento multó a los dueños de la finca y les instó a reponer la fachada, “pero han recurrido y el asunto está ahora en los tribunales”, dice Castillo.
En Ca l’Ardiaca, una joya arquitectónica levantada durante el siglo XIV sobre un pórtico del foro provincial romano y que conserva elementos de esa época y tam- bién góticos y renacentistas, se proyectó un hotel de lujo (el primero de la ciudad) hace casi una década. El actual propietario, un constructor al que la crisis también ha pasado factura, ha presentado un nuevo proyecto para que lo apruebe el Departament de Cultura de la Generalitat (el edificio, aunque amenaza ruina está catalogado y protegido) puesto que la primera propuesta no fue aceptada y el Ayuntamiento no podía otorgar la licencia.
Tras unos días de lluvia intensa, en noviembre, se apuntaló para evitar su derrumbe. “Estamos estudiando la posibilidad de poner una gran lona que reproduzca la fachada y que incluya publicidad”, explica Castillo quien mantiene que “el Ayuntamiento está entre la espada y la pared, queremos que se haga el hotel, pero también que el propietario cumpla con sus obligaciones”, dice y asegura que hay un expediente abierto por incumplimiento de plazos. “El andamio estará ahí el tiempo que sea necesario”.
Muy cerca, en la calle Civaderia, se mantiene el apuntalamiento horizontal instalado tras el derrumbe de una casa en abril de 2009. También siguen con andamios los arcos de lo poco que que- da del emblemático edificio del siglo XIII del Call Jueu de Tarragona (Ca la Garsa) y, desde el pasado mes de mayo, un nuevo tramo de la muralla romana: en el paseo de Sant Antoni, que se suma al apuntalamiento de urgencia que hizo el Ayuntamiento en mayo de 2013 en la Baixada del Roser. La concejal de Patrimoni, Carme Crespo, ha reclamado en numerosas ocasiones a la Generalitat más inversión en el mantenimiento de este monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad junto con el resto del legado romano, para evitar las constantes actuaciones de emergencia.
Un informe municipal de noviembre del año pasado contabilizó más de cien viviendas en mal estado en la Part Alta y seis que amenazaban ruina. Desde el Ayuntamiento, conscientes que el problema va in crescendo se propuso la creación de una mesa redonda entre distintas instituciones y colegios profesionales para actuar con previsión y una partida específica (prevista para este año) para realizar un estudio topográfico exhaustivo de los edificios. Pero sólo se celebró una reunión, “la Generalitat anunció cambios normativos” y la inversión no ha llegado.
Estudian tapar el andamio con una lona con anuncios y que reproduzca la fachada