Tipos de interés bajos
Garantiza liquidez ilimitada y recuerda que prestará a la banca al 0,25% hasta el 2018
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, aseguró ayer que los tipos de interés seguirán en sus actuales mínimos históricos (0,15%) durante al menos otros dos años y medio.
MANUEL ESTAPÉ TOUS El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aseguró ayer que los tipos de interés seguirán en sus actuales mínimos históricos (0,15%) durante al menos otros dos años y medio. “Hemos extendido el acceso ilimitado de los bancos a la liquidez hasta finales del 2016. Se trata de una señal” afirma el máximo responsable de la política monetaria de la zona euro en una entrevista concedida al diario holandés De Telegraaf y en su respuesta a la pregunta sobre cuánto tiempo permanecerán bajos los tipos de in-
Nuestro mandato permite comprar deuda pública si el objetivo es la estabilidad monetaria”
terés.
Tras el paquete de medidas extraordinarias de impulso monetaria presentadas el pasado 5 de junio, Draghi fue ayer más explícito acerca del timing de la política de tipos muy bajos al recordar que “nuestro programa de apoyo para que los bancos presten a las pequeñas y medianas empresas se prolongará durante cuatro años” (hasta el 2018) “y eso demuestra que los tipos seguirán bajos durante un mayor lapso de tiempo. Sin embargo, en cuanto se afiance la recuperación, empezarán a subir gradualmente”. BCE ha dejado pasar ocho meses con la inflación por debajo “de la zona de peligro del 1%”, en palabras de Draghi, antes de fijar un tipo de depósito negativo para el dinero que la banca aparca en el Banco Central Europeo. Aunque reconoce el riesgo de una inflación muy baja, Draghi rechaza que exista un riesgo de deflación, con caída de precios, ingresos, producción y empleo, como en Japón durante los últimos veinte años.
Ayer, el presidente del BCE reconocía que “la concesión de créditos lleva ya siendo débil durante un periodo muy largo de tiempo”. “La actividad económica se empieza a poner en marcha gradualmente, aunque lentamente”. El BCE está preocupado también por una recuperación tan débil como desigualmente repartida desde el punto de vista geográfico a lo largo de la zona euro.
A nivel global, los inversores acusan cierto nerviosismo al percibir que los tipos de interés podrían subir antes de finales de año en Estados Unidos y en el Reino Unido, lo que podría incidir en la volatilidad de las divisas y debilitar la cotización del euro, lo que serviría para combatir la deflación al encarecer los precios de las importaciones. En cualquier caso, Draghi recuerda que la recuperación en la zona euro está “en una etapa anterior” a la que registran ambos países anglosajones (Estados Unidos ha recuperado el empleo perdido desde 2008). En su opinión, un amplio programa de compra de activos financieros (como los aplicados por la Reserva federal estadounidense y por el Banco de Inglaterra) sólo serían “la respuesta” al problema si las expectativas de inflación a medio plazo todavía se deterioraran más.
Como ya hiciera el pasado 5 de junio, Draghi aseguró que la adopción de medidas de expansión cuantitativa –creación monetaria mediante compra de títulos de deuda pública o privada– forman parte de la “caja de herramientas” de la institución. Y fue más explícito al señalar que “la expansión cuantitativa puede incluir no solo bonos de deuda pública sino también créditos del sector privado”. “Discutiremos al respecto cuando llegue el momento”, concluye y añade “cabe dentro de nuestro mandato, si el objetivo de las compras consiste en asegurar la estabilidad de precios”.
En una muestra de que el BCE ha vuelto a demorarse a la hora de adoptar medidas extraordinarias de expansión monetaria, hay que recordar que estas fueron adoptadas el primer jueves de junio casi un año después de que la unión monetaria europea saliera, titubeando, de la recesión más larga que ha sufrido desde su creación en enero de 1999. El