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La normalidad con la que la sociedad española ha asumido el cambio de Rey; y los cinco años de la muerte del escritor Baltasar Porcel.
UNA amplia mayoría de españoles, el 90%, está convencido que el rey Felipe VI está preparado para hacer frente a las obligaciones de su cargo, según una encuesta de la empresa Feedback para La Vanguardia realizada a mil ciudadanos –doscientos de ellos, catalanes– entre los días 16 a 19 de junio, en pleno proceso del relevo en la Jefatura del Estado. El nuevo rey obtiene una nota de 6,6 sobre 10, dos décimas mejor que su padre, el rey Juan Carlos, dos opiniones que convidan al optimismo respecto al apoyo popular de Felipe VI y que refuerzan la impresión de normalidad con que la sociedad española ha acogido la sucesión en el trono.
El sondeo da algunas pistas interesantes sobre la actual percepción de la institución monárquica entre los españoles. Una primera cuestión es que la mayoría de los encuestados están convencidos de que la abdicación ha servido para reforzar una institución tras superar momentos de incertidumbre, pero también ha mejorado la imagen del rey Juan Carlos, al que se le adjudica un 6,4, un aprobado alto que incluye incluso a los votantes de Izquierda Unida. Es evidente que los españoles valoran de forma positiva el papel desempeñado por el monarca en los 39 años en el trono, más allá de errores cometidos o de cuestiones que afectan a la familia. Ese reforzamiento institucional alcanza también al rey Felipe, al cual el 80% considera que será un buen representante de los intereses de España.
La encuesta arroja luz sobre el debate entre monarquía y República que ha saltado a la opinión pública a raíz del proceso de abdicación. Los encuestados se declaran notablemente a favor de la institución monárquica con 14 puntos porcentuales de diferencia: 52% a favor, y 38% a favor de la República. Una mayoría que está clara entre los votantes del PP, mientras que hay división en los del PSOE y mayoría republicana en IU.
Un elemento que la encuesta pone de manifiesto es la conciencia de los españoles sobre las limitaciones constitucionales del Rey. Cuando los encuestados son preguntados sobre si Felipe VI puede influir en la resolución del problema catalán –una cuestión sobre la que el 70% de los encuestados catalanes consideran al Rey bien informado–, el 56% de catalanes y el 47% de españoles creen que el Monarca poco podrá hacer para ayudar a resolver el pleito catalán. Un 59% de encuestados tiene claro que es Rajoy quien debería hacer algún gesto hacia Catalunya antes del 9-N, fecha de la consulta. Un porcentaje nada desdeñable y que echa por tierra el argumento de que la cuestión catalana sólo suscita posiciones maximalistas de inmovilismo en el resto de España. La mayoría de españoles cree que se debe afrontar el problema y buscar una solución. En Catalunya esta exigencia se dispara y roza el 80%.
También resulta ilustrativo que el 40% de los encuestados se incline por que el Gobierno proponga a Catalunya un plan que incluya una mejora de la financiación, el blindaje de competencias y mayor respeto a la lengua y la cultura catalanas. Un pragmatismo que se perfila también respecto de la celebración de la consulta. Hace un año, el rechazo en España era de seis puntos (el 45% a favor y el 51% en contra); ahora la diferencia es sólo de 3 puntos (47% frente a 50%). Estos datos muestran que la confianza en Felipe VI es muy alta, que la sucesión monárquica se ha hecho con normalidad y que surgen algunos cambios de rasante en la percepción social de la cuestión catalana.