El amor en 75 canciones
Ha sido uno de los musicales revelación de la temporada y aún permanecerá todo el mes de julio en el Club Capitol: Lo tuyo y lo mío, o, lo que es lo mismo, 75 canciones en 75 minutos. Toda la historia de amor de una pareja explicada mediante grandes éxitos musicales de anteayer, ayer y hoy, desde Karina y Rocío Jurado hasta Mecano, Shakira o Delafé y las flores azules.
La idea surgió de la compañía Con un canto en los dientes, formada por los actores y cantantes Karen Gutiérrez y Manuel Ramos, que realizaron una primera versión del espectáculo hace años que quedó congelada por otros compromisos profesionales. Y en el 2013 se decidieron a recuperarla pero reformada: fueron a buscar a Dídac Flores como director musical –y al frente del piano en las funciones– y a Joan Maria Segura –director de exitosos musicales como Ruddigore o la nissaga maleïda, La casa sota la sorra y El crim de Lord Arthur Savile con la compañía Egos teatre–, y entre los cuatro articularon la dramaturgia que ahora es un éxito.
“No nos planteábamos siquiera que fuera un musical, sino unas canciones teatralizadas que fueran pasando por todas las fases del amor, desde la soledad inicial hasta que la pareja se conoce, están felices juntos, llega el día a Karen Gutiérrez y Manuel Ramos en Lo tuyo y lo mío día, la monotonía, aparecen los conflictos y, finalmente, el desamor”, explica Segura.
Pero se convirtió en un pequeño musical con mucho humor y en el que todo se canta, a veces con temas de un minuto y otros de tres segundos, con medleys e incluso mezclando dos canciones en una. Temas que todo el mundo conoce perfectamente . Sonarán desde Perdido en mi ha- bitación de Mecano al Derroche de Ana Belén, Titanic, Las flechas del amor de Karina, el Bandido de Miguel Bosé, No voy a llorar de Julieta Venegas, Suerte de Shakira, El indio de Delafé o Tengo tu amor de Fórmula V, “que en esta situación, como otros temas, toma una dimensión que no te habrías planteado”, dice Segura, que recuerda que toda la obra la preside un sofá donde los protagonistas pueden tanto enfadarse como hacer el amor.