El Llagostera vive una verbena histórica
Los gerundenses llegan a Segunda tras seis ascensos en 10 años
El Llagostera, el modesto equipo de una población gerundense de poco más de 8.000 habitantes, consiguió anoche un ascenso histórico a la Segunda división A. La victoria contra el Nàstic de Tarragona por 3-1 en el intensísimo partido de vuelta del play-off definitivo culminó la espectacular trayectoria de los últimos diez años en los que el club que dirigen el matrimonio formado por Isabel Tarragó (presidenta) y Oriol Alsina (entrenador y responsable técnico) ha pasado de Segunda Territorial al fútbol profesional. “Después de estos diez años, es la culminación de un proyecto”, declaró el propio Alsina después de haber sido manteado sobre el césped por jugadores y aficionados del Llagostera. “Hemos hecho historia”, afirma Isa- bel Tarragó. “Necesitamos un par de días para asimilarlo y para descansar, y el miércoles ya nos pondremos a trabajar en la temporada que viene”, planifica ya la presidenta.
El duelo entre Llagostera y Nàstic se decidió en la prórroga. En la primera parte del partido los locales marcaron dos goles que remontaban el 2-1 de la ida, y además vieron cómo su rival se quedaba con un jugador menos por la expulsión de Xisco Campos. Pero en la segunda parte el Nàstic consiguió un tanto que igualaba la eliminatoria y que la condenó al tiempo suplementario. El gol que anotó de cabeza el joven Nuha en el primer minuto de la prolongación supuso el ascenso para el Llagostera.
El partido se disputó en el pequeño campo municipal de Llagostera, que había sido ampliado con gradas supletorias hasta un aforo de 2.200 personas, 700 de las cuales eran aficionados tarraconenses, que no pararon de animar a su equipo. Muchos más habían viajado a la localidad gerundense pero no pudieron acceder al recinto por su escasa capacidad. Este hecho ya había provocado tensión en los días previos al choque, una tensión que terminó estallando tras un partido con de- cisiones arbitrales polémicas y emoción a raudales por lo incierto del resultado. Ambas aficiones invadieron el campo, unos para celebrar el ascenso y otros para consolar a sus jugadores, pero hubo enfrentamientos entre seguidores que obligaron a la intervención de los Mossos. Llagostera celebró una verbena anticipada mientras el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, se quejaba de tres decisiones arbitrales y se mostraba orgulloso del equipo y la afición: “El año que viene lo volveremos a intentar”.