El Atlético gana a balón parado y pidiendo la hora
El Atlético consiguió su primera victoria liguera de la temporada con la misma receta de la anterior: dos jugadas a balón parado que rindieron fruto al comienzo del partido ante un Eibar demasiado ingenuo al principio y al que le faltó tiempo para arañar algún punto en un Calderón que celebró por todo lo alto la entrega de la Copa de la última liga.
Simeone tuvo que ver el partido en la grada y lo que vio no le debió gustar demasiado. Con un once muy similar al que le ganó la Supercopa al Madrid, al Atlético le bastaron 25 minutos para tener los tres puntos a buen recaudo. El Eibar jugó como si en su casa no se viera la televisión ni conociera nada de cómo las gastan los de Simeone. Comenzó haciendo pasillo a los campeones y a los diez minutos encajó el primer gol por la vía preferida de los locales. Sacó un saque de esquina Koke y Miranda se anticipó a la defensa en el primer palo para cabecear a gol sin oposición.
Antes de la media hora marcó el segundo el Atlético de una factura parecida. Fue el capitán Gabi quien sacó una falta al corazón del aérea para que ahora Mandzukic hiciera valer su corpachón para ganar la posición y cabecear otra vez a la red.
Con los deberes hechos y la noche bochornosa el Atlético se vino poco a poco abajo. El Eibar lo vio todo perdido y se fue hacia arriba. Encontró pronto el 2-1 en un gran pase hacia atrás de Arruabarrena que el lateral Abraham tuvo la habilidad de meter por la escuadra de Moyà.
La segunda parte fue casi un monólogo del equipo guipuzcoano ante un Atlético al que no le salía nada y sólo se dedicaba a dejar pasar los minutos y trabar el juego como fuera. El último cuarto de hora fue especialmente angustioso para los locales. Tuvo el empate Bóveda al cabecear fuera por muy poco una falta lanzada por Javi Lara y ya muy al final en un mano a mano desperdicia- do por Ángel, que remató mal cuando Moyà salía ya a la desesperada. Ganó el Atlético pero casi ahí acaban las buenas noticias para el Atlético. Tres puntos y a visitar el Bernabeu dentro de dos sábados.