La oposición india llama a la huelga por las 13 muertas al ser esterilizadas
El opositor Partido del Congreso indio llamó ayer a una huelga general en el estado de Chhattisgarh, donde ya son 13 las mujeres fallecidas tras someterse a una ligadura de trompas en una campaña de esterilización masiva organizada por el Gobierno.
Sesenta mujeres permanecen en el hospital, de las cuales unas 20 están en estado crítico, por lo que el número de muertas puede seguir aumentando. Un equipo de médicos llegó ayer a la zona desde Nueva Delhi en un avión fletado por el Gobierno para hacer frente a la emergencia.
Las autoridades locales de Chhattisgarh, estado situado en el centro de India, han ordenado una investigación. Mientras, decenas de manifestantes exigían la dimisión inmediata de Raman Singh, el ministro jefe estatal, que ha culpado a los médicos y ha prometido una indemnización de unos 5.300 euros para cada familia de las fallecidas.
Las víctimas son todas pobres y menores de 32 años, muchas madres de bebés, y se sometieron a la cirugía el pasado sábado para cobrar las 1.400 rupias (20 euros, equivalente al salario semanal para un indio pobre) con que las autoridades recompensan a las mujeres que se esterilizan. Las campañas de esterilización masivas, sobre todo en zonas rurales y a mujeres, son habituales en India, con 1.300 millones de habitantes.
La versión de Singh es que todo se debe a una “negligencia médica”. Pero los detalles de la campaña que están saliendo a la luz son estremecedores. Los vecinos han asegurado que, en total, se operó a 83 mujeres en el campamento sanitario en unas seis horas por un único doctor y con la ayuda de un solo asistente. El protocolo prohíbe a los médicos realizar más de 30 intervenciones por día. Además, parece que las víctimas han muerto de un choque séptico, lo que apunta a una infección por el uso de instrumentos sucios, que según algunas fuentes no se desinfectaron entre paciente y paciente. Los medios indios llegaron ayer a hablar de instrumentos “oxidados”.