La fortuna Simpson, para animales y niños
A principios de mes, Brittany Maynard, de 29 años, captó la atención al acelerar su muerte. Le habían diagnosticado un tumor cerebral terminal y quería morir con dignidad. A sus 59 años, Sam Simon, uno de los creadores de la serie Los Simpsons, optó por la vía contraria. Disfrutar hasta que le llegue la parca.
En el 2012, a Simon le detectaron un cáncer de colon. Le dieron de tres a seis meses de vida. Será por su sentido del humor, pero sigue aquí. Desde aquella fecha, este hombre de 59 años ha centrado su vida en dos asuntos relevantes: uno, pasarlo lo mejor posible; y otro, dejarlo todo listo para el día que ha de llegar.
Simon se explicó en una reciente entrevista en la cadena NBC. Lucha a diario contra su enfermedad. Hay momentos de desánimo, le confesó a Maria Shriver. Por supuesto. Pero eso no quita que estos momentos “sean los más felices” que jamás ha disfrutado. Así lo dijo. “De alguna manera –se explicó– estoy alcanzando el final de mi vida rodeado de la gente a la que quiero, que me cuida y que lo hace todo por mí. Es una buena sensación, y eso es lo que yo llamo felicidad”.
Pero tampoco se ha olvidado de arreglar su herencia. Los Simp- sons le han permitido amasar una fortuna. La dejará a las causas que a él le preocupan. Y una de ellas es la protección de los animales. “Pienso que mi pasión por ellos y mi compromiso contra los abusos se fundamentan en que estas criaturas, que tienen sentimientos, no pueden hablar y dependen de nosotros”, argumentó para explicar buena parte de su testamento. “Siento la responsabilidad de hablar por ellos”, remarcó en la citada entrevista.
Otra parte del legado lo dará a Save the Children, ya que otro de sus compromisos ha sido la defensa de los niños desprotegidos. “La filantropía –dijo en una ocasión– ha sido mi terapia”.